'SILLAS SOLIDARIAS' CUMPLE SU OBJETIVO DE 243 SILLAS Y PROYECTA AHORA SU VIAJE AL CONGRESO

Castejón del Campo logró ayer reunir las 243 sillas solidarias que pretendía para poner sobre la palestra la realidad de la despoblación, cumpliendo la cifra simbólica de los 243 kilómetros que separan la localidad soriana de Madrid. La plataforma Comarca Km0 contribuyó ayer con ochenta y cuatro sillas, que llevaron personalmente en una comitiva compuesta por cerca de veinte pueblos, entre los que se encontraban los trabajos de algunas asociaciones y municipios del Alto Jalón como Monteagudo de las Vicarías, Ariza, Ateca o Torrehermosa. Otros, como Santa María de Huerta o Pozuel de Ariza, llevaron sus sillas el día anterior.

En la localidad soriana, de apenas diez habitantes, se reunieron ayer cerca de un centenar de personas para hacer visible esta unión de las zonas rurales, independientemente de la Comunidad Autónoma a la que pertenecen, ante la falta de iniciativa para tomar decisiones que frenen, de una vez por todas, la sangría de la despoblación. "Queremos ir al Congreso a que se escuche la realidad de nuestros pueblos y todos unidos somos más fuertes", señalaba ayer Guillermo Carnicero, co fundador de Comarca Km0. 

En el acto de hermandad rural de ayer en Castejón del Campo estuvieron presentes los diputados sorianos Enrique Rubio y Raúl Lozano, además de representantes de la plataforma Soria ¡Ya!, que ha contribuido también a la iniciativa. Todos asistieron al discurso de Ana Sánchez, la impulsora del movimiento. Con un mensaje inspirador y reivindicativo, alejado de la queja y el lamento pesimista, Sánchez destacó ayer la unión entre los pueblos de todas las comunidades para "hacer un proyecto común y llegar al Congreso de los Diputados con nuestras sillas para exigir que tenemos los mismos derechos". Enrique Rubio, diputado de Cultura de la Diputación de Soria, quiso sumarse también al cambio de discurso para las zonas rurales y destacaba "el valor de la gente que estamos asentados en la España rural" sosteniendo que "la ciudad es para cobardes porque todo lo que hacemos en los pueblos y lo que queda por hacer ahuyenta a muchos". 

La también denominada 'Rebelión de las Sillas' afronta ahora el reto de viajar a Madrid y sentar en ellas a los diputados nacionales. "Queremos cambiar los sillones del Congreso por sillas", decía Ana Sánchez ayer, que pretende recoger muchas más sillas de las cerca de 3.000 que se han hecho este verano en todos los pueblos de España con la intención de mostrar los beneficios de apoyar a una España rural muy viva y llena de iniciativas, pasión y ganas de luchar por su modo de vida y denunciando que, como decía ayer Ana Sánchez, " sabemos que de la despoblación vive mucha gente. Que no nos traten por tontos".