LA CUEVA DE LA MORA Y EL PASADO ENEOLÍTICO DEL CAÑÓN DEL JALÓN

Después de pasearnos la semana pasada por la historia del Alto Jalón a través de nuestro recorrido por el Valle de Arbujuelo, continuamos una semana más poniéndonos las botas para descubrir lugares donde una excursión puede ser algo más que un rato agradable. El Alto Jalón está lleno de lugares en los que descubrir la historia, no solo de nuestra tierra, sino incluso de la humanidad. Nuestra comarca fue el centro del mundo durante mucho tiempo. Así lo reconocieron personalidades tan importantes como H. Breuil o el Marques de Cerralbo. Este último dedicó gran parte de su vida a excavar nuestros yacimientos más sonados. Otro que se pateó nuestra zona para hacer hallazgos...

Esta semana #MePongoLasBotas en el lugar donde datan algunos de los restos de cerámica campaniforme más antiguos de la península Ibérica. Las pruebas de carbono-14 realizadas en el material encontrado en el yacimiento de la Cueva de la Mora de Somaén, lo sitúan, no sin cierta polémica, hace 4.600 años, en el 2.600 a.C., enmarcados dentro de la cultura del Eneolítico-Bronce. Esto supondría que son unos de los restos de vasos campaniformes más antiguos de España... Y allá que nos vamos nosotros a visitar esta cueva, aunque ya estamos sobre aviso de que se encuentra vallada. ¿Cuál será el motivo de haber cerrado el acceso a un lugar habitual de las excursiones de todos los lugareños?

Restos campaneiformes encontrados en la Cueva de la Mora

Restos de la Cueva de la Mora en el Museo Numantino

Para llegar a la Cueva de la Mora partimos de Somaén. Este año parece ser que aquí van a ocurrir muchas cosas... Desde luego está suscitando el interés de muchas personas por razones muy diversas, todas teniendo que ver con su historia y su belleza. Desde esta localidad bucólica de la vertiente soriana del Alto Jalón, continuamos la antigua N-II en dirección a Medinaceli a través del cañón del Jalón. A escasos kilómetros, llegaremos al salto del Cuerda, un salto de agua con una poza que hace las delicias de los niños y niñas de la zona cada verano... y también de algún "mayor" que se atreve con el agua del recién nacido río Jalón, que baja helada incluso en verano.

Salto del Cuerda en el río Jalón, a los pies del Túnel del Viento.

Una vez en esta zona de recreo, a la que se le podría sacar mucho más partido gracias entre otras cosas a la escalada, un deporte ya muy practicado aquí por aficionados venidos de todas partes, subimos una pronunciada cuesta hasta la entrada del Túnel del Viento, una cueva artificial excavada, según nos cuentan los más viejos, por los antiguos trabajadores de las minas de hierro de Velilla de Medinaceli. Sea esto cierto o no, nos parece muy plausible que quisieran acortar camino cruzando una montaña de lado a lado, tal y como vamos a hacer nosotros para llegar a nuestro destino. 

Entrada al túnel del Viento

Entramos agachados, a gatas como cuando éramos niños. Este es el lugar perfecto para sentirse aventurero sin correr grandes peligros. Pasados unos metros, ya podemos levantarnos y seguimos avanzando erguidos y alumbrados por la linterna del móvil, con los dedos cruzados para no toparnos con ningún murciélago. Transcurridos escasos cien metros, salimos de la cueva al otro lado de la montaña completamente ilesos, pero con las rodillas manchadas de tierra y polvo. Así, seguiremos un sendero que nos llevará hasta la Cueva de la Mora, nuestro destino de hoy, que visitaremos por dentro a través de los documentos de otros viajeros para no saltarnos la valla que ya sabemos que nos encontraremos.

Senda que lleva a la cueva de la Mora desde la salida del túnel del Viento

Ojo a los más atrevidos, no es bueno que os aventuréis en la búsqueda de esta cueva, porque sin tener referencias o venir con alguien que lo conozca, corréis el riesgo de perderos y no encontrar más que rocas. Hay flechas pintadas y puntos morados por algunos árboles que os pueden servir de referencia, pero mi consejo: no vengáis sin que os guíe alguien con un poco de experiencia. Nosotros, como ya nos sabemos el camino, llegamos a nuestro destino sin tener ningún problema.

Vallado actual de la cueva de la Mora

Y aquí está, la valla de la discordia de la que se quejan algunos vecinos que ya no pueden pasar al lugar que guarda su más antigua memoria. Aquí, Cerralbo encontró las cerámicas campaniformes más antiguas de aquel momento en la Península. La polémica tiñe todo esto y, como no sabemos casi nada de arqueología, dejaremos esta discusión para otros. Nosotros, a lo nuestro... La valla 'bendita' que han puesto. Consultando en el Ayuntamiento de Arcos de Jalón, del que es pedanía Somaén, nos cuentan que la valla la ha puesto Medio Ambiente de la Junta de CyL para evitar que se pueda entrar dentro. El espolio de estalactitas y estalagmitas que se estaba haciendo, así como de materiales que pueden encontrarse en el yacimiento, les obligó a cerrar la cueva. Lo hicieron primero con una valla verde, que fue cambiada al tiempo por otra negra, situada un poco más lejos de la entrada de la cueva, permitiendo la salida sin problemas de los murciélagos y otra fauna que puede vivir dentro.

Vallado original

Como no podemos pasar, nos ceñiremos a explicar lo que cuentan otros que sí han podido hacerlo. Según la Sociedad Espeleológica Alto Duero, que estuvieron aquí en 2016, la cueva comienza con una rampa llena de bloques y de techo bajo de unos quince metros de longitud. Pasados esos metros, se abre una galería amplia con gateras a ambos lados que se acaban cegando. Tras avanzar por ella unos cincuenta metros se llega a una columna que se deja a mano izquierda, a partir de la cual, se abre una gran sala de veinte metros de ancho por cuarenta de largo y unos cinco de alto. Al final de esta sala, a mano izquierda, se abre una sala más pequeña, en la cual hay un estrecho con una rampa muy pronunciada bajo la que hay varias gateras que se acaban cerrando. 

Interior de la Cueva de la Mora. Foto: Arsenio D. Negrete "Amigos de Arcos de Jalón".

Debe ser toda una experiencia introducirse en esta cueva, pero demasiados visitantes con ganas de llevarse lo que es nuestro han provocado que se le pongan puertas y no podamos disfrutar de la aventura de conocerlo. Después de la aventura, investigaremos si hay manera de poder visitar el lugar, pero mucho me temo que están protegiendo un tesoro de los amigos de lo ajeno. Desde aquí, el mensaje a todos de que debemos preservar lo nuestro y no hacer ningún expolio. Tener una estalactita en tu casa puede ser un gran recuerdo, pero nos priva a todos de disfrutar de conocerlo. 

Interior de la Cueva de la Mora. Foto: Arsenio D. Negrete "Amigos de Arcos de Jalón".

Hasta aquí nuestro paseo, hoy con moraleja y todo. Aprovecharemos para, una vez más, darnos una vuelta por Somaén, que está bonito en febrero, en mayo, en agosto... el año entero. Os emplazo a la semana que viene para seguir conociendo el Alto Jalón. ¿Te vienes? Te espero. Feliz semana altojaloneras y altojaloneros.