Es lunes y todavía no me quito de la cabeza la imagen del anfiteatro de Arcos de Jalón vacío el viernes pasado, en la entrega de premios Leonor y Gerardo Diego 2021 de la Diputación de Soria. El Espacio Cultural arcobrigense acogió el evento cultural más importante del año de la institución provincial soriana y el público no recibió el "regalo" con agrado, respondiendo con un cero en asistencia. Dos filas llenas de representantes políticos y... nada más ante el estupor de técnicos de Cultura, alcaldes, diputados y presidente de la Diputación incluido. "Cuando llevamos estas cosas a sitios como San Esteban de Gormaz, la gente las llena", se escuchaba en los corrillos. ¿Se lanzará alguna queja en el futuro de que nunca nos traen nada? Quizá si hubiéramos anunciado una manifestación... espera, que tampoco va casi nadie a la Estación.
"No está hecha la miel para la boca del burro". Esto es lo que les hemos animado a pensar a la gente de la capital, a la que programa Cultura para los pueblos del sur de Soria. Que programa o... bueno eso, que decide qué espectáculos traer aquí. Viendo la respuesta, seguiremos teniendo dulzainas, jotas y tamboriles, que parece que es lo que el público demanda. Y vaya por delante que yo entiendo que la poesía no es lo más "comercial" del mundo. Que obliga a pensar, a plantearse los propios esquemas y convicciones. Anima a ponerse en el lugar de otras vivencias y emociones y eso, es doloroso y esforzado. Entiendo que no todo el mundo esté dispuesto a pasar ese "mal trago".
Y también entiendo que desde pequeños nos enseñan a alejarnos de actos como el que hubo en Arcos de Jalón el viernes. Sí, en la escuela, obligándonos a leer los clásicos con diez años, cuando lejos de apreciarlos, aprendemos a odiarlos. Nos alejan así de cualquier posibilidad de que pensemos por nosotros mismos desde que somos bien pequeños, favoreciendo que no veamos más allá de llegar a fin de mes y de votar cada cuatro años (últimamente dos) para que sigan en sus escaños. Es normal que no tengamos el paladar acostumbrado a la miel, pero no por eso podemos considerarnos burros. A fuerza de darnos forraje nos han hecho incluso creer que está más bueno que el oro líquido... Probablemente sea la cultura la única capaz de sacarnos de la despoblación, maldito agujero que cavamos para meternos dentro. Por favor, abrámonos a estas iniciativas y acudamos cuando lo tengamos en la mano, que no somos asnos, ¡claro que no!.
La riqueza eco cultural del Alto Jalón es el principal recurso sobre el que debemos construir nuestro futuro. Olvidándonos de macro granjas y mega parques eólicos o solares, con una capacidad de atracción de la industria casi nula, el turismo cultural se antoja como única baza a jugar por nosotros, pero, ¿cómo vamos a emprender alrededor de algo que desconocemos? A nadie se le ocurre hacer un negocio de esto, porque la cultura pasa por delante de nuestras narices y no la vemos. ¿Alguien se pregunta ahora por qué no la vendemos? Abramos los ojos. Esos mismos que nos quieren muertos, preocupados por dónde jugará Mbape el próximo campeonato o enfrentados para atacar o defender a Ayuso y las comisiones de su hermano, se ocuparán después de que aceptemos las migajas por extraer las riquezas de nuestro territorio, ese de cuya cultura nos olvidamos y, con ello, dejamos de valorarlo.
No quiero que esto sea un tirón de orejas, sino más bien de párpados. Abramos los ojos de una vez y no nos dejemos engañar por lo que nos quieran hacer creer. Seamos críticos con lo que oigamos y démonos cuenta de una vez de que somos nosotros mismos los causantes de despoblarnos. Nos llenamos la boca al decir que los jóvenes se van de aquí buscando oferta cultural, pero parece que esta solo es buena cuando vamos a verla a una ciudad. Decimos que hace falta vivienda de calidad, pero no invertimos en arreglar y alquilar la casa del pueblo, y cuando vienen a comprárnosla pedimos un precio como si tuviéramos con ella un negocio. Apoyamos al comercio y el emprendimiento rural, pues nuestros jóvenes necesitan trabajo, pero en cuanto podemos vamos a Mercadona a llenar el carro y compramos en Amazon todo lo necesario. Invitamos a que la gente emprenda, pero cuando alguien viene a hacerlo le ponemos trabas y pegas. Y si podemos, las facturas las queremos sin IVA y que la Sanidad se la pague el que pueda. Hace falta una nueva mentalidad para provocar un retorno al mundo rural. Hay que hacerlo atractivo para permitir un cambio de modelo, pero debe empezar por nosotros mismos... ¿Estamos dispuestos a cambiar?
Feliz semana altojaloneros y altojaloneras.
JALON
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