CONFLICTOS INTERNOS

|

Los conflictos internos se producen cuando tenemos pensamientos que no son congruentes entre sí o cuando se disocia un pensamiento de nuestras creencias, incluso de nuestros comportamientos.


¿Cuántas veces no hemos sido testigos de personas que dicen pensar de una forma y después nos sorprenden actuando de otra bien distinta? Entonces, esa persona ¿miente o tiene un conflicto interno…?


Es lo que la psicología llama “disonancia cognitiva”. Y cada vez la vemos más a menudo reflejada en el cine, en las novelas o en el teatro. De hecho, el conflicto interno está considerado el conflicto más importante e interesante en la narrativa, ya que supone una palanca el cambio, de transformación y de aprendizaje del protagonista, dando un giro absoluto a la historia.


Y es lógico, porque los conflictos internos son muy útiles si no “miramos para otro lado” y analizamos cual es el mensaje que nos quieren transmitir. Suponen un revulsivo para que nos replanteemos los aspectos más importantes de nuestra vida, para que revisemos si nuestros pensamientos y creencias son realmente nuestros o nos han sido “implantados” por nuestro entorno.


Por eso, cuando percibas que choca la razón con tus sentimientos y limitaciones, ponte en alerta: Porque se está enfrentando lo que crees que debes de hacer (la razón), con lo que quieres (sentimientos) y con lo que puedes hacer (tus limitaciones). ¿Reconoces esa sensación?


Cuando la percibas, sentirás la necesidad de eliminar el malestar y la tensión que te genera, y el gran peligro entonces, es caer en el “autoengaño”. Esa es la trampa, el lado oscuro del conflicto interno, porque entonces el conflicto se agravará cada día más, mermará tu autoestima, te desestabilizará y cada vez la disonancia cognitiva será mayor. Te desconectará cada vez más de ti mismo y te arrastrará a la peligrosa espiral de la frustración...


Pero, además, existe otra consecuencia muy dañina para las personas que te rodean: te puedes volver una persona manipuladora, ya que el autoengaño te puede llevar a justificar cualquier comportamiento, con tal de conseguir aquello que deseas.


¿Qué podemos hacer cuando identificamos un conflicto interno?

  1. Analízalo porque te está dando un valiosísimo mensaje: “Algo no cuadra en tu interior. Ha llegado el momento de identificarlo y de hacer algo para remediarlo”
  2. ¡Revisa tus creencias! ¿De verdad son tuyas?
  3. ¡Acepta tus limitaciones, o todo aquello que no dependa de ti!
  4. Presta más atención a lo que quieres hacer con tu vida
  5. No te autoengañes, ni autojustifiques cualquier comportamiento


Pero si esto puede ocurrirnos a nosotros, también a los demás. Eso significa que podemos tener personas a nuestro lado con conflictos internos, que ya se han convertido en “manipuladores” de amplia experiencia. Así que, además de saber identificar en uno mismo los conflictos internos y su origen, será imprescindible poder identificar los conflictos internos en los demás.


En el próximo artículo aprenderemos a identificar los comportamientos más habituales de las personas manipuladoras, para que puedas ponerte en alerta y protegerte.




Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.

Comentarios