LOS PUEBLOS DEL ALTO JALÓN RECUPERAN SUS TRADICIONES DE SEMANA SANTA

Con todavía la segunda y en la mayoría de casos, la parte más importante de la Semana Santa por desarrollarse, los pueblos del Alto Jalón van recuperando sus tradiciones de la Semana de Pasión tras dos años sin poder llevarse a cabo a causa de la pandemia. No sin dificultades para salir algunas procesiones o configurar alguna agrupación, a causa de la falta de población y de los dos años de inactividad, tambores, cornetas, singulares pasos y procesiones han vuelto a llenar de solemnidad y devoción las calles de ambas vertientes de la comarca.

Procesión de los Terceroles en Ibdes con su alcalde, Ramón Duce, tras la cruz. Foto: Ester Pineda

Este es el caso, por ejemplo, de Ibdes, donde ya se anunció que las procesiones no contarían con la presencia de los tambores por falta de gente para salir en procesión. Además, tras la procesión del martes de los Terceroles, en la que de forma espontánea, aparecieron cuatro jóvenes para portar el paso, el Ayuntamiento hizo un llamamiento por redes sociales buscando mayor participación para completar el número de discípulos, raseras, centuriones, portadores de pasos, estandartes y resto de elementos que participan en las procesiones tanto de Jueves Santo (Los Judíos), como del Viernes Santo.

Los cuatro jóvenes que portaron el paso el martes en Ibdes. Foto: Ester Pineda

La procesión del Jueves Santo pudo desarrollarse sin problemas en Medinaceli. Las cofradías de la Vera-Cruz, con sus capuces de color blanco; el Santo Entierro, con capuces negros; y la Piedad, cuyos capuces son blancos con fajín y capuchón morado, volvieron a procesionar por las calles de la Villa y el arco Romano fue testigo de nuevo del paso de todas las representaciones de la Pasión del Señor.

La procesión del Jueves Santo a su paso por el arco romano de Medinaceli. Foto: Antonio Lario

En Ariza, donde trabajan para convertir su Semana Santa en Fiesta de Interés Turístico Regional, tampoco han tenido problemas para configurar sus pasos y procesiones. A la espera de su evento principal, 'La Bajada del Ángel', que tendrá lugar la noche del sábado al domingo, celebraron este miércoles 'La rompida de la hora' y ayer la procesión del Jueves Santo, con peculiares tallas como el Cristo de la Cuna, con sus brazos articulados que atestiguan la tradición ya perdida en Ariza del descendimiento de la Cruz, o como el Cristo del Gallo, procedente de Bordalba y por el que los arizanos reciben en sobrenombre de "robacristos".

El Cristo del Gallo de Ariza. Foto: Mónica Yagüe

Igualmente de concurrida está  resultando la Semana Santa en Torrijo de la Cañada y en Ateca, ambas localidades en espera de esta tarde vivir su día grande con la escenificación de la Pasión de Cristo y la procesión del Santo Entierro respectivamente, ambas manifestaciones de Interés Turístico Regional que tienen lugar el Viernes Santo. 

Los Terceroles en la mañana de este Viernes Santo en Ateca.

Donde sí han tenido algunos problemas para reunir suficiente gente ha sido en Alhama de Aragón y en Arcos de Jalón, en ambos casos en los grupos de tambores y trompetas, aunque no ha afectado a la normal celebración de procesiones y actos. Ayer, la Rompida de la Hora alhameña quedó algo deslucida al contar con apenas una decena de percusionistas, pero su ilusión y pasión compensó las ausencias. En el caso de Arcos de Jalón, algunas de las procesiones han estado en el aire hasta última hora, pero finalmente sí que se ha conseguido reunir a un buen grupo, y anoche se dejaron el alma y las manos en la Rompida de la Hora y esperan con ganas su acto central, la procesión del Santo Entierro, de este Viernes Santo.

La Rompida de la Hora de Arcos de Jalón reunió finalmente un buen número de cofrades. Foto: Carlos J. Bueno