LOCALIZAN EN EL ALTO JALÓN SIETE FOSAS DE LA GUERRA CIVIL

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Fosa común de Alhama de Aragón. Foto: Palacio Pilaces, Luis A.


Tanto la Junta de Castilla y León, como el Gobierno de Aragón, publican el 'Mapa de Fosas de la Guerra Civil y la dictadura', en los cuales se registran las fosas documentadas y catalogadas en ambas Comunidades Autónomas, de las que siete están localizadas entre ambas vertientes del Alto Jalón. Identificando tanto las propias fosas, como datos fruto de las sucesivas investigaciones y exhumaciones practicadas sobre el terreno, la recuperación de nuevas referencias orales, documentales y arqueológicas, ambos mapas localizan enterramientos comunes provocados durante la guerra española por parte de ambos bandos.


En el Alto Jalón soriano se han identificado dos fosas, en Montuenga de Soria y Sagides, ambas en el término municipal de Arcos de Jalón. En el caso de Montuenga el bando represor fue el franquista y en la de Sagides el republicano, y en ambos enterramientos hay registrada una víctima. En el caso de Sagides, está localizado el enterramiento en el cementerio intramuros, desde donde el gobierno de Franco trasladó a la víctima allí enterrada al Valle de los Caídos en 1959. La familia de la víctima enterrada en la fosa de Montuenga de Soria, localizada en el paraje denominado Barranco Villar, tuvo que esperar a 1977 para reclamar sus restos mortales.


En la zona zaragozana del Alto Jalón se localizan las otras cinco fosas, concretamente en Monreal de Ariza, Alhama de Aragón, Godojos, Ibdes, Ateca y Valtorres. En este caso todas las represiones fueron provocadas por los sublevados, el denominado bando Nacional.


Monreal de Ariza: La fosa existente en el cementerio de Monreal de Ariza contiene los restos de cinco vecinos de Ariza asesinados por los sublevados en la Cuesta de la Calera -o Cuesta del Toro- en 1936. No ha sido posible localizar el emplazamiento exacto de la sepultura.


Alhama de Aragón: La fosa  existente en Alhama de Aragón se halla en la cuneta de la carretera que une la localidad con el monasterio de Piedra, justo a su paso por el antiguo cementerio civil de la localidad pero del otro lado de la carretera. El recinto hoy en día está en desuso y abandonado, pero aún es perfectamente distinguible por su aislamiento en medio del campo y por su estructura peculiar. En opinión de los informantes parece posible que las sucesivas ampliaciones del firme de la calzada llevadas a cabo en el transcurso de los años hayan acabado por dejar la fosa oculta bajo el asfalto. En ella yacería cuatro vecinos del pueblo de Munébrega asesinados por los sublevados el 27 de noviembre de 1936.


Godojos: La fosa común de Godojos podría haber desaparecido con el paso del tiempo, pues se hallaba situada sobre el cauce del “Barranco de Baldaroque” -muy cerca del puente por el que lo cruza la carretera- y se sabe que hace ya muchos años las tormentas estivales desenterraron algunos de los restos y los arrastraron consigo cauce abajo. Al menos uno de los cadáveres fue recuperado por varios vecinos de Carenas y fue enterrado en el cementerio de aquella localidad. Los asesinados allí fueron víctimas de los rebeldes y podían proceder de pueblos de la comarca como Ibdes, Munébrega, etc. Se desconoce la cifra exacta de los cuerpos que pudo llegar a contener la fosa, pero a decir de un vecino de Godojos fueron exactamente 25, sin que se pueda asegurar con absoluta rotundidad. 


Ibdes: Esta fosa se encuentra en el cauce del barranco que corre próximo a la ermita de San Daniel, lejos del casco urbano, y que desemboca en el embalse próximo. Contiene los restos de siete vecinos de Castejón de las Armas que fueron asesinados por los sublevados la noche del 28 de noviembre de 1936.


Ateca: La fosa existente todavía hoy en día frente a la entrada del cementerio de Ateca contiene los restos mortales de un vecino del pueblo -las fuentes orales consultadas recuerdan que se le conocía como “el tío Lobito”-, asesinado en la “cuesta de las Valdemoras”, como quien dice en pleno casco urbano del pueblo. Fue enterrado delante mismo de la entrada del cementerio, en el interior del recinto. Todavía pueden verse flores en el lugar de forma habitual. 


Valtorres: La fosa, de la que se desconoce si sigue existiendo a día de hoy, se situaba en la “partida de La Suerte”, en el margen derecho de la ruta, en la penúltima curva que se encuentra el viajero cuando desciende desde Valtorres hacia el valle, un poco antes de atravesar el puente que salva el “barranco de La Ventanilla”. En caso de seguir existiendo la fosa contendría los restos de un número indeterminado de personas ajenas a la localidad que podrían sumar hasta media docena.

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