EL SECTOR DE LA MIEL SOLICITA AYUDAS POR EL ABEJARUCO "SIMILARES A LAS QUE TIENEN LOS GANADEROS POR LOS ATAQUES DE LOBO"

Colmenares de Lares Miel.

El sector apícola de COAG ha estimado una reducción de cosecha de miel de entre el 40 y el 50% este verano ocasionada por los efectos de la sequía y las pérdidas provocadas por el abejaruco. La menor presencia de insectos por la escasa floración y la ausencia de charcas, ha convertido a las abejas melíferas en el principal alimento de esta ave migratoria protegida. Los apicultores comienzan a solicitar medidas y ayudas para paliar esta situación, provocada por el cambio climático, que especialmente afecta al Alto Jalón, lugar de paso migratorio de todas las poblaciones de abejarucos que pasan el invierno en Europa.

Las bandadas de abejarucos acuden a cazar a los colmenares y su canto asusta a las abejas, que se quedan sin salir, en el interior de las colmenas, consumiendo el agua de la miel, lo que carameliza el producto y lo hace inservible para la comercialización. En Ariza, Julio Yagüe, propietario de Lares Miel, ha sufrido este verano esta circunstancia. "Se ponen al lado del colmenar y no tienen ni que moverse", nos cuenta el apicultor arizano sosteniendo que "esto no es algo puntual de este año, sino que es consecuencia del cambio climático y va a ser ya siempre así". Además, "te deja sin reinas y las abejas llegan a septiembre muy reventadas, teniendo que apoyarlas en la alimentación, algo que de manera natural no haría falta".

Panal afectado por la sequía y la amenaza del abejaruco.

Es por esta circunstancia, que Yagüe avisa a sus compañeros apicultores: "Tenemos que preparar nuestro modelo productivo para aguantar estas sequías". A pesar de hacer una producción de miel ecológica y sostenible, que permite menores cosechas pero con una producción más estable en años duros como este, el abejaruco ha hecho estragos en las colmenas arizanas. "En verano puedes perder hasta el 100% de producción de miel y te tienes que olvidar de hacer reinas", nos cuenta remarcando que "todas las poblaciones de abejarucos de Europa pasan por aquí, no solo los que se quedan en España, y durante todo agosto vienen todos a nuestra zona a engordar para el viaje".

"Estoy dando de comer a los abejarucos con mi trabajo", se queja Yagüe convencido de que "aunque hay que proteger al abejaruco, también tendrían que articular ayudas para los productores de miel similares a las que tienen los ganaderos por los ataques de lobo y oso". Y es que esta nueva situación que se produce con los abejarucos "compromete nuestros beneficios de tres meses", señala el apicultor arizano lamentándose de que "se nos ignora" y haciendo un llamamiento a "buscarle una solución".

Todo esto se suma para los apicultores del Alto Jalón con un verano haciago a causa del incendio, que ya de por sí se llevó por delante a las abejas más débiles y provocó que el resto no salieran de los colmenares a causa del humo. "El humo les ha afectado mucho aunque no se me haya quemado nada ni les haya afectado en comida", explica Yagüe, que vio cómo el fuego se quedaba "a unos cinco kilómetros de mis colmenas". Por todo, desde su pequeña producción ecológica de Ariza solicita "poner sobre el papel que la protección del abejaruco que tienen las administraciones debe compensar a los productores de abejas ya que es un súper depredador".