EL GERENTE DE CAMPOS REY ADMITE HABER HABLADO CON LA INGENIERA DE LAND LIFE SOBRE EL CALOR QUE ESTABA HACIENDO ESOS DÍAS

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Fuego


La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Calatayud, Aída Ramírez, interrogó ayer a dos de las cinco personas investigadas por el Seprona como presuntas culpables de provocar el incendio declarado el pasado mes de julio entre Bubierca y Ateca. Se trata de los propietarios de Campos Rey, la empresa de trabajos forestales contratada por Land Life para llevar a cabo las tareas de ahoyado causantes del fuego, Carlos C.R. y Alberto C.R. Este último fue también el operario que conducía la retro araña que provocó la chispa que acabó con 14.000 hectáreas calcinadas.


El primero en sentarse en el banquillo para declarar fue el propio Alberto C.R., el cual explicó que se percató del inicio del fuego e intentó sofocarlo, primero con los pies y luego con una pala de goma con mango que va en las máquinas para este tipo de situaciones. La retro araña también estaba equipada, según su declaración, con un extintor y una mochila de agua que no pudieron llegar a utilizar porque las llamas cogieron una gran entidad muy rápidamente y tuvo que correr para salvar su vida.


Tras esta declaración, fue el turno de Carlos C.R., gerente de Campos Rey, quien fue preguntado por las advertencias remitidas a la contrata por parte de Land Life para que evitasen trabajar en los momentos de más calor del día. En concreto, Land Life basa su defensa en un email enviado a los responsables de Campos Rey por su ingeniera, Leyre V.G., también investigada en el caso, en el que instaba a la contrata a evitar trabajar en las horas puntas del día. Carlos C.R. admitió ante la jueza haber hablado aquella mañana con la ingeniera de Land Life sobre el calor que estaba haciendo esos días, algo que también había comunicado ya Land Life para excusar su culpabilidad en el incendio.


El gerente de la contrata explicó también que llamó, para pedirle que acabaran pronto, al conductor de la otra retro araña que trabajaba ese día, además de la conducida por Alberto C.R., en el paraje de Monegrillo realizando ahoyados. Algo que confirmó después este trabajador, al que la juez había citado en calidad de testigo, asegurando además que llamó a Alberto C.R. para recordarle que debían terminar pronto y que, cuando él salía de la zona donde estaba trabajando, divisó desde su vehículo el humo del incendio.


La sesión de ayer, en la declaró también el guarda forestal que advirtió el incendio y puso en alerta al 112, fue la primera de las dos en las que se han programado los interrogatorios a los cinco investigados. La siguiente será el próximo 18 de noviembre, momento en el que comparecerán ante la jueza Francisco P. B., director de Land Life en España; Leyre V. G., ingeniera de la compañía; y Gaspar C. S., encargado de Land Life sobre el terreno. 

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