SOL ET LUNA
Que dios me conceda sabiduría y gracia para ser fiel narrador de los sucesos que comenzaron en esta parroquia de Embid de Ariza hacia finales del año de Nuestro Señor de 1671.
Estos últimos años ávido de levantar un nuevo templo, a tenor de la debilidad que presentaban los viejos muros, en especial la torre que con tanto empeño reforzaron los maestros alarifes* que sobre el pretil del río descansa y ha servido para soportar la fuerza del agua, no ha sido suficiente su empeño en levantar el repretil que tras el último adecento obligó a cerrar la Iglesia por las abundantes lluvias. Por este motivo hacen necesario concluir la obra iniciada en esta Iglesia tras la construcción de la Capilla Mayor.
El maestro, Simón Ballado, que habiendo presentado las distintas condiciones necesarias para la ejecución del nuevo cuerpo y torre de la Iglesia expone un gasto importante que deberemos atender para llegar a fin de su trabajo.
Las paredes del cuerpo de la Iglesia se deberán demoler completamente hasta llegar a la superficie de la tierra y no más para no remover los cimientos viejos por estar fuertes aunque sí se deberán hacer las de las pilastras apretando las piedras a golpe de martillo. Las esquinas han de ser de piedra labrada con su sillar en cada una y el estribo ha de llevar un talud de piedra labrada de dos varas* de alto. Igualmente las pilastras serán de piedra labrada y el resto de mampostería.
Es muy importante que la portada se vuelva a asentar en el puesto indicado en el plano, sobre un zócalo de piedra labrada que corresponda con las molduras que tiene la misma portada y levantarse tan sólo dos pies*. Se ha de componer las piedras de la portada y si se rompiere alguna se habrá de hacer de nuevo con toda perfección.
La pared donde se hará la espadaña ha de llegar a tres varas de alto un talud de piedra labrada que disminuya medio pie y de ahí al tejado con el mismo grueso según su planta. Ha de quedar una ventana en ella para la tribuna y desde el suelo de la tribuna arriba ha de quedar un espacio redondo de una vara de diámetro en un rincón para hacer una escalera de caracol que sirva para subir a las campanas. Los arcos de las capillas hornacinas se han de poner de piedra labrada y cubrir de yeso. Los arcos han de ser a medio punto. Para la tribuna se ha de hacer un arco y ésta deberá tener el mismo ancho que las capillas. Se ha de dejar espacio para la escalera de yeso con peldaños de madera.
Interpretación de la traza de la Iglesia de Embid de Ariza de 1671
El Sr. D. Manuel Torres y Ascasua, Visitador de la Santa Iglesia de Sigüenza me ha reunido con el mayordomo de la Iglesia de Embid de Ariza y ha mandado asistir y poner toda vigilancia en la obra que se está haciendo en la re-edificación del templo y preocupado por el pago a los maestros que la fabrican ha mandado que se publique el próximo 29 de mayo, en Santa Misa, una tabla con todos los deudores y sus deudas a la Iglesia para que sean pagadas sin dilación en un plazo de nueve días bajo pena de Excomunión Mayor.
Ha mandado llamar a Alonso Pamplona, maestro de cantería, vecino de Calatayud, para ver la obra y asegurar de los cálculos y buen desarrollo de ella. El Señor Pamplona ha realizado obras de suma importancia como el mausoleo de la Iglesia del Monasterio de San José o el arcosolio del presbiterio de la Iglesia abacial de Piedra fruto de la iniciativa de D. José Palafox.
Es verdaderamente difícil celebrar culto en estas condiciones, el cuerpo que ha sido derribado impide que los hombres y mujeres ocupen sus asientos, y estos feligreses se congregan en la capilla mayor para asistir a los oficios por lo que tan pronto acabe la obra deberán sentarse las mujeres en los bancos de la nave como ordena la constitución sinodal del obispado de Sigüenza de 1655. El desorden es notable y he hallado que los días de fiesta muchas mujeres llevan a sus hijos muy pequeños a la iglesia al tiempo de la Misa Mayor y con las inquietudes de los dichos niños no cumplen muchas personas con el puesto de oír misa. Por esta razón se ha ordenado que no se permita que lleven tales niños hasta que pasen de los tres años bajo pena de dos reales.
Estos cinco años han estado llenos de inoportunos inconvenientes pero al fin han llegado los maestros Diego Mendoza y Alonso Pamplona para inspeccionar la obra y verificar si se ha construido conforme a lo estipulado. El primer maestro representa a Simon Vallado, y el maestro Pamplona a la Iglesia. Ambos han declarado que la obra la han hallado con toda seguridad y perfección tan sólo con algunos pormenores que Ballado está obligado a realizar como asentar una puerta debajo del primer tramo de la escalera para que sirva de almario* y poner la pila del bautismo debajo del segundo tramo.
Interpretación de la distribución de las sepulturas de 1676
También ha de hacer el suelo de la Iglesia de forma que desde la grada del presbiterio hasta el pie de la iglesia se divida en siete sepulcros a lo largo por otros siete a lo ancho separados por listones de madera y haciendo un total de cuarenta y nueve sepulturas. Para alivio de los vecinos se ha mandado que por las sepulturas que se abran en la capilla mayor se paguen cien sueldos, en la primera nave cincuenta sueldos, treinta y seis por la segunda y veinticuatro por la última nave.
Como este pueblo no tiene plaza no puede remediar que la parte del cementerio que no está cerrada está sirviendo a usos profanos, como son las corridas de toros, bailes y cosas semejantes de juegos de pelota lo cual no es de mucha reverencia a los lugares sagrados. Por este motivo el Ilustrísimo y Reverendo Señor Don fray Thomás Carbonel, visitador de Sigüenza, ha mandado sacar todos los huesos de difuntos que hubiesen en dicho espacio juntándose todo el pueblo en un día de fiesta o en un día de trabajo y llevar a donde pareciere, cantando los salmos acostumbrados, a la parte que queda cerrada del cementerio.
El cuerpo de la Iglesia dispone de nuevos altares, como en Altar de Nuestra Señora de la Soledad en la última panda* debajo del coro, que también llaman de los Dolores. Y ha desparecido el Altar de Santa Ana que estaba bajo la grada del Altar Mayor donde la segunda dote de sepultura de Mosen Gregorio Asensio.
Año de 1697, en 2 de agosto, murió Simón de Vallado maestro de cantería que había recibido los Santos Sacramentos de la penitencia, eucaristía y extrema unción, su cuerpo fue enterrado en la Iglesia en la primera nave al lado de la sepultura que tenía pagada por una pila que hizo para el Agua Bendita y que ahora está puesta.
Pila de Agua Bendita de Simón Ballado
Suman los años y algunas personas todavía no guardan la reverencia que se debe a los templos, entrando en la iglesia en los divinos oficios llevando el pelo atado atrás cuando debía ser con tanta gravedad y respeto y tanto más que cuando se está en presencia de hombres delante de los cuales siendo de autoridad no se atreverán estar con tan poca reverencia y compostura bajo pena de dos reales. También he reconocido que las mujeres de los sacristanes y otras entran en las sacristías tocando los vasos sagrados y otros ornamentos por lo que se manda que no vuelvan a entrar sino fuera para llevar la ropa a lavar, y a estos sacristanes he recordado que en la mucha mezcla que suele haber de centeno con el trigo no ponen el cuidado necesario para que la harina de que se hacen las Ostias sea de trigo puro produciendo mucha maltería por ser mayor la cantidad de centeno.
Altar Mayor de la Iglesia de Embid de Ariza, foto: Víctor M. Mariscal
Detalle de la imagen de Nuestra Sra. de la Asumpción. Foto: Julián de Francisco
Detalle del Cristo en el Calvario. Foto: Julián de Francisco
En este lugar de Embid de Ariza, a quince días del mes de septiembre de este presente año de 1718 se ha terminado el retablo mayor de esta Iglesia. El Señor Don Juan Sancho, maestro de arquitectura y talla ha realizado un majestuoso trabajo lleno de decoración exuberante. Su experiencia le delata, habiendo ejecutado raros y fastuosos retablos como el de la Iglesia de Santa María Magdalena de Almaluez. El de nuestra Iglesia tiene un banco levantado que conserva el tabernáculo de Francisco Binuesa, las calles están separadas por columnas salomónicas con decoración vegetal. En el primer cuerpo se encuentran dos hornacinas a los lados de escasa profundidad que contienen sobre peanas a San Juan Bautista y San Pedro que fueron pago de D. Pedro de Anguita en 1649, en la calle central una hornacina alberga a Nuestra Señora de la Asumpción rodeada de ángeles. Separando el primero del segundo cuerpo se encuentra una separación donde apoyan seis ángeles los dos del centro portan un sol y una luna. El segundo cuerpo se trata ya del ático del retablo que contiene cuatro estípites y en el centro el Cristo crucificado en el monte del Calvario al fondo Jerusalén y las figuras del sol y la luna nuevamente representadas.
Dibujo del fondo del tabernáculo del altar mayor
D. Francisco Rosillo, maestro de arquitectura y talla, que se encuentra trabajando en la Colegiata de Medinaceli, ha venido desde Sigüenza a tasar el retablo y ha considerado el pago a Juan Sancho de 12.711 sueldos por éste y el alquiler de casa durante el año y medio que duró el trabajo.
A los pocos años, en 1730, el Señor Doctor Don Thomás Martínez, provisor de la ciudad de Sigüenza concertó la construcción de un nuevo retablo, el del Santo Cristo llamado así ya desde 1684, que sustituiría definitivamente al antiguo altar de San Sebastián o del Santo Nombre de Jesús por 200 pesos. El encargado de la obra sería Domingo Frías, marido de Andrea de Ortega, que se ha entregado en estos últimos años a su trabajo en cuerpo y alma tras la muerte de su hijo Joaquín enterrado en esta Iglesia. Se trata de un nuevo retablo de estilo barroco, donde predominan las estípites un tipo de columna troncopiramidal invertida característica del movimiento churrigueresco. En el primer cuerpo se encuentra la calle central que alberga al Santo Cristo sobre una cruz de madera. En el fondo está grabada la ciudad de Jerusalén con el Sol y la Luna sobre los tejados de las casas. Se cree que estas figuras recuerdan la simultánea oscuridad que sobrevino en estos astros en el momento mismo de la muerte del Redentor, aunque yo pienso que de esta forma se expresan las dos naturalezas de Jesucristo, la divinidad por el Sol y la humanidad por la Luna. En el centro del ático encontramos un corazón con tres clavos en relieve y sobre él una pequeña hornacina con un niño Jesús. También hay representados seis querubines.
Retablo del altar del Santo Cristo
Detalle de la Luna y Cristo
Detalle de la ciudad de Jerusalén grabada en el fondo.
Durante los próximos años se han realizado algunas pequeñas obras, como la sustitución del alabastro de las ventanas por vidrieras para la entrada de mayor luz, la elevación del altar mayor o el embaldosado del suelo de la Iglesia, pero todavía queda mucho trabajo, falta arreglar el Altar de Nuestra Señora del Rosario, ya viejo y algo desarmado. El pueblo sigue creciendo, y pese a tener un nuevo espacio para el culto no se ha ganado demasiado sitio por lo que se deberá tomar alguna medida que solvente este problema. Mas yo ya estoy también viejo, derramo cera sobre este libro pues la luz ya no me es suficiente para mantener firme el pulso mientras escribo estas últimas palabras sobre la fábrica de la Iglesia. Pronto vendrán otros, más jóvenes, con nuevos pensamientos y espero que mantengan la doctrina que con tanto empeño he puesto en todos estos años por las almas de los vecinos de Embid de Ariza.
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