FORTALEZA Y TEMPLANZA

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PORTADA


Hoy, 21 de marzo del año de nuestro Señor de 1750 llego a esta recóndita villa aragonesa del Obispado de Sigüenza, Embid de Ariza, encerrada entre dos peñas de roca viva, de la que dicen fue frontera fuerte entre los reinos de Aragón y Castilla. Durante años estuvo en constante construcción su Iglesia y ahora permanece detenida. Me cuentan que entre sus pobladores hay algunos hombres de fe y otros que necesitan cristiana doctrina, pero son fuertes y llenos de convicción, espero encontrar el camino para continuar la obra de D. Patricio Serón, cura que fue hasta su muerte el pasado de 1749.



Me esperan en la plaza del pueblo la heredera del difunto Juan Remacha Santa Cruz, mayordomo de los caudales que fue hasta otro tal día del pasado año. Está la propia María Julián viuda del expresado con la asistencia de Francisco Latorre Lanero actual mayordomo para enseñarme las cuentas.



Me han informado que el Granero que está en construcción, por mandato del Visitador de 1744, no se puede concluir por falta de caudales por los muchos deudores que no han satisfecho a esta Iglesia debido al gran pedrisco que hizo perder los frutos de dicho año. Para resolver este impedimento se manda desde el Tribunal Eclesiástico de Sigüenza vender los vienes que tienen hipotecados y demás que posean y sean necesarios hasta cumplir la deuda.



Durante cinco años distintos maestros, alarifes y canteros han participado en la construcción de este granero, y ahora ya concluida la obra he pedido a D. Alfonso Martínez, maestro de obras, vecino de Cigüela, visurar* el trabajo que ejecutó el maestro de Bubierca, Joseph Bonilla, del Granero de la Iglesia. Se ha empleado tanto material que jamás pensé que pudiera verla terminada, nunca parecía lo suficientemente grande. Fue necesaria la compra del corral y lagar de D. Juan Miguel Pérez, y al poco tres varas del corral contiguo de D. Pedro Pablo Ejea. Se encuentra en la que la Calle del Granero de la Iglesia, la que llaman la Camarona, en la parte somera que se accede desde el Barranco, es fuerte, con vigas de olmo y piedra labrada en su puerta fuertemente cerrada con reja y cerraja de hierro. Servirá como la cilla para los diezmos de la Iglesia.



Es tiempo de proseguir con la obra inacabada de la Iglesia, después de dorar la caja de Nuestra Señora a cargo del maestro Manuel Gutiérrez, habitante de Hinojosa, hacer un frontal nuevo para Nuestra Señora de la Soledad y retocar el de Nuestra Señora del Rosario se han dado colores al Sagrario donde se guardan las crismeras y se ha completado la limpieza del retablo mayor. Ahora me esperan fuera los maestros Ramón Almor e Yldefonso Muñoz para la pintura de la Capilla Mayor, los recuadros de las tres pandas y el blanqueo de las paredes, mientras me lavo las manos en el aguamanil recién hecho por el cantero Antonio Aguirre en esta vieja Sacristía que pronto habrá que reparar.



Es inevitable alzar la vista al llegar al altar mayor y contemplar la cúpula que posee la altura superior, una bóveda de crucería sencilla, formada por el cruce de dos arcos diagonales. Ésta fue obra de Andrés Lahuerta construida en 1645 y reparada en 1657 que es cuando debieron hacerse sus yeserías, un entramado geométrico que contiene diversos marcos donde quiero albergar las nuevas pinturas. En el centro se presenta la clave de bóveda a modo de escudo, el blasón de D. Antonio Sarmiento de Luna y Enríquez, obispo que fue de Sigüenza entre 1657 y 16611. Representa seis de los roeles de los Sarmiento, la luna creciente de los Luna y rodeando a éstos el distintivo de los obispos, un capelo verde con borlas.



ESCUDO

Escudo de Luna y Sarmiento



El pintor Ramón Almor nació en 1719 en Daroca, era hijo de Miguel y Serafina y quedó sin padres junto a sus hermanos a muy joven edad. Su hermano mayor abandonó al resto que vagarían entre Aragón, Castilla y Cataluña. Pidiendo limosna terminarían en Francia donde un pintor célebre tomaría a Ramón durante dos o tres años para enseñarle el arte de la pintura. Después volvió a España donde terminaría perfeccionando su técnica con el célebre Francisco de Plano, natural de Daroca, experto en perspectiva y colorido autor de obras como la Batalla de Clavijo, en la parroquia de Santiago de Zaragoza3. Ramón Almor, viudo de Catharina Quezal casaría con Rosa de Accarreta sobre 17522 y en ese periodo había realizado obras como los dos grandes lienzos de las paredes laterales de la capilla de la Soledad en la parroquia de Ateca, “La entrada de Jesús en Jerusalén” y “La última cena” firmada como Raimundus Almor pintix en 17564 y 5



Cupula

Detalle superior de la cúpula



En la obra que se quiere ejecutar en esta cúpula deberán aparecer los Doctores de la Iglesia, que sentaron la doctrina cristiana. Así en los ocho marcos redondeados, situados de forma concéntrica en el mismo nivel, San León Papa, S. Gerónimo, S. Iván Chrisóstomo, S. Gregorio Nacianceno, S. Gregorio Primero, S. Buenaventura, S. Ambrosio y S. Agustín Obispo de Hipona.



Doctores

Pintura de los Doctores de la Iglesia



En el siguiente nivel deberán representarse, en el marco romboidal, a Santa Lucía con sus ojos en bandeja, Santa Elena con la cruz, Santa Águeda y sus senos cortados, Santa Bárbara y la torre, Santa Catalina con la rueda de tortura, Santa Engracia con el clavo en la frente, Santa Apolonia con su diente arrancado y con el perro rabioso a Santa Quiteria a la que se tiene aquí mucha devoción.



Santas

Pintura de las diferentes Santas



En cada una de las pechinas donde se unen la cúpula y los pilares se dibujarán los tetramorfos, los cuatro evangelistas, un león y San Marcos, un buey y San Lucas, un ángel y San Mateo y un águila y San Juan.



Tetramorfos

Pintura de los cuatro evangelistas



En las ventanas laterales que están en la parte superior de la cúpula se representarán las cuatro Virtudes Cardinales, al Sur la Templanza y la Fortaleza y al Norte la Justicia y la Prudencia, bajo éstas y en la pared un gran mural que representa “La Huída a Egipto”, con San José, la Virgen María y el niño Jesús a lomos de una mula guiados por los ángeles mientras el pueblo de Belén de espaldas permanece ajena a esta huida. En la pared opuesta, donde está la vieja sacristía se puede hacer otro que sirva de pareja del anterior.



El Sr. D. Miguel Pujados, cura de Maranchón y Visitador General del obispado de Sigüenza con licencia de su Ilustrísima que estuvo presente y que registrado todo por su mandamiento halló con la perfección correspondiente, cuya dirección y aplicación me ha atribuido dice que con el mayor celo me he esmerado en practicarlas.



Virtudes

Pintura de dos de las Virtudes Cardinales


Egipto

Mural de La huida a Egipto



Terminada la pintura en 1762 se procedería a Dorar el Retablo de Nuestra Señora del Rosario.


En este retablo, del que muy poco sabemos, encontramos las escenas bíblicas de La Anunciación y La Visitación, en los cajones se encuentran San Francisco de Borja, representado con la calavera a sus pies y San Francisco Javier, ambos de la Compañía de Jesús, en el centro figura Nuestra Señora del Rosario con aureola de rayos flameantes, en el ático del retablo aparece La Coronación de la Virgen y a ambos lados dos tallas de ángeles musicales que portan una guitarra cada uno. En el remate superior tres ángeles con la figura de la flor de la azucena simbolizando la pureza.



Rosario

Retablo de Nuestra Señora del Rosario



Cuatro años después, Ignacio de Frías, el hijo de Domingo de Frías carpintero, realizó muchos trabajos para esta Iglesia, como la composición del marco del Santo Cristo, las andas* de difuntos, el pie y tapa de la pila bautismal e hizo una puertecilla para el Sagrario de Nuestra Señora de la Soledad y compuso su marco frontal. Este retablo fue construido alrededor de 1680.



Soledad

Retablo de Nuestra Señora de la Soledad



Sagrario


Sagrarioabierto

Detalle de la puerta de Ignacio de Frías



Al poco tiempo y con la licencia de su Ilustrísima se ejecutó la gran obra del dorado del retablo mayor que ascendió su coste a 18.965 sueldos, realizado por el maestro Juan Morales.



En 1770 habiendo visto su merced la sacristía y su mala situación por estar más baja que la calle, teniendo mucha humedad ha mandado que compre una casa contigua en donde hacer una nueva sacristía donde custodiar los papeles y ropas sin la humedad que hasta ahora ha experimentado.



La casa contigua pertenece a Juan y Pedro Latorre, se trata de una pequeña casa con granerillo todo junto al lado de la calleja cerrada que fue de Sierra y aunque Juan Latorre y su mujer Josepha Corella están conformes en la escritura, el otro no quiere firmar, por ello no ha quedado más remedio que pleitear para lograr la cesión de la casa, lo que ha llevado un sobre coste no esperado. Afortunadamente, la obra de la nueva sacristía se ha podido realizar en tan sólo un año por 3.702 sueldos y 3 dineros.



Supe que en 1778, Ramón Almor ingresó en el Monasterio Cartujo de Nuestra Señora de la Concepción en Zaragoza, a la muerte de su esposa, y se está encargando de la decoración pictórica de los muros y bóvedas con escenas de la Virgen así como de las cuatro Virtudes y de los Padres de la Iglesia entre otros.2



Este mismo año se ha abierto el óvalo de ventana del Coro, y durante dos días tuvieron que estar dos peones de guardia por estar la Iglesia abierta hasta que colocaron la vidriera y su reja. También se ha colocado el aguamanil de la Sacristía nueva y se han compuesto las gradas de piedra de la Capilla Mayor.



Aguamanil

Detalle del aguamanil de la Sacristía



Treinta y dos años llevo ya en esta parroquia y siento no haber concluido mi labor, en estos últimos años de mi vida todavía he podido ver a D. Mamés Loste, el carpintero, realizar el marco del Altar Mayor y la mesa del Altar del Santo Cristo como también componer el blandón para el cirio Pascual y la repisa del Niño Jesús. Pero sin lugar a dudas poder ver por fin la luz en el dorado del Retablo del Santo Cristo. Siento sin embargo no haber sido capaz de aumentar esta Iglesia para que los vecinos que he visto crecer puedan oír misa sin tanto esfuerzo, más mi tiempo se acaba. D. Antonio Lozano y Vallejo, año de 1785, Embid de Ariza.



Siendo Cura de Embid D. Domingo Felipe, en 1787 pidió ampliar la fábrica de la Iglesia por haber caudal, que hay más de 300 personas de comunión y multitud de niños y no poderse celebrar misa en suficientes condiciones. Para ello se mandó al maestro alararife, D. Judas Bonilla, arquitecto director Real de Ateca, responsable de la traza de la Iglesia de Calmarza6 entre otras a hacer el proyecto de la Iglesia de Embid donde encontramos algunas consideraciones importantes.



Para poder construir el Crucero proyectado sería preciso demoler la nueva Sacristía, por tener poco cuerpo las paredes, también otro cuarto que confronta con la Plaza y demoler las peñas. Se construirían dos naves, o brazos menores como evangelio y epístola, para ello se hará una bóveda nueva. Para el ochavo de la media naranja se armará un telar, poniendo de machón a machón dos puentes. En la ejecución de la nueva planta será necesaria la compra de un corral y una casa contigua a la Iglesia para poder hacer buena calle. El arco y jambas de la nueva puerta en el lado de la epístola será de piedra labrada. Se deberá correr el pretil 12 varas más hacia la nueva nave de la epístola para mayor seguridad del talud.


Bonilla

Interpretación de plano de perfil de la Iglesia de Bonilla.



Como la obra proyectada ascendía a un total de 2.589 escudos y era necesaria la compra de varias casas, Joaquín de Torrano, Vicario General de Sigüenza determinó que el maestro de obras, Francisco Javier Delgado, vecino de Sigüenza, ajustara la obra debido al mucho coste de ésta. Así en mayo de 1789 se designó a Lorenzo Lahoz, maestro de obras a realizar una nueva traza y condiciones y sacar a remate en Calatayud, Almazán, Medina y Ariza:



D. Domingo Antonio Felipe cura de la Iglesia Parroquial de Embid de Ariza y Juez Comisionado por el Ilustrísimo Sr. Obispo de Sigüenza; a todos los maestros, alarifes y demás a quienes lo infraescripcto toque: Hago saber que debiendo amplificar y correrse el Pretil en la p´roxima primavera para la segura construcción de las dos naves menores que se deben aumentar a mi Iglesia con las pilastras arrimadas, torre, sacristía, corte de coro, mudación de Pilas, aperción y colocación de otra puerta foral, colateral, y uniforme a la principal, desmonte y colocación de los Altares colaterales en las nuevas hornacinas, erección de nuevas mesas de Altares con sus correspondientes pedestales o Aras cuyas maniobras darán fin con el pavimento, marqueo de sepulturas y torre general de Iglesia y Sacristía ejecutando todo a la última perfección con arreglo a la traza, cálculo y condiciones de Lorenzo Lahoz, declaración y amplificación de Francisco Xavier Delgado, maestro de obras, cuyos instrumentos obran en mi poder y si exceden el coste de manos y materiales de toda especia de Dos mi doscientos cinco escudos, doce sueldos y cuatro dineros regulados



Remate que no llegó a producirse por hallarse desierto su concurso aun habiendo disminuido dicho coste a 2.205 escudos.



Finalmente, dos nuevos maestros, Gilaberte y Antonio Díez modificarían la obra que no sería ejecutada hasta 1797, consistente en añadir una sola nave a la Iglesia. Durante ese tiempo se dispusieron de todos los materiales necesarios, madera, tablas, adobes, yeso, tejas, y cal proveniente de Valdetañón y Valdemazara. Los maestros alarifes serían Miguel Bielsa de Belchite y Pedro Bueno de Campillo. En vez de la nueva puerta proyecta se trasladaría nuevamente el pórtico románico que indica la fecha de la obra de 1798.



Plano

Vista de los perfiles de la Iglesia Actual. Jorge Mariscal



La obra quedó interrumpida el fatídico 8 de mayo de ese mismo año en que una tremenda riada llevó puente, azudes y dejando un hueco importante en el pretil que amenazaba ruina el cuerpo de la Iglesia. Los siguientes esfuerzos se centrarían en la reparación del pretil gravemente dañado.


Lejos ya dejamos el pasado Barroco, y finaliza este Siglo de las Luces, mudando a la nave nueva los altares del Santo Cristo y San Pascual Bailón y dejando paso a lo que nos depara un nuevo siglo. La Iglesia de Embid nunca vería concluido el proyecto diseñado por D. Judas Bonilla, que sin duda aumentaba de forma importante el espacio y la altura del templo, por otro lado, de haberse ejecutado no podríamos disfrutar a día de hoy de las pinturas que hoy posee la Capilla Mayor y las de los recuadros de las pandas.



Recuadros

Recuadros de las tres pandas pintados por Ramón Almor en 1756



Lamentablemente en algún momento éstas sufrieron una restauración un tanto especial, y aunque el que suscribe agradece el interés mostrado del último autor en su conservación, animaría sin embargo a una nueva reconstrucción más acertada, siempre y cuando no queramos hacer de Embid un pueblo más famoso de lo que ya es.




*Andas de difunto, féretro
*Visurar, examen y reconocimiento que se hace de algo por vista de ojos


1. La Iglesia en Almería y sus obispos, Don Francisco de Luna y Sarmiento, pg 479, 1999
2. Analecta cartusiana, n. 210, Un hombre, un pintor, un cartujo, Don Ramón Almor Lezina, 2008
3. La pintura aragonesa en el siglo XVII, José Luis Morales, 1980
4. Inventario de Ateca Civil y Religioso de Arte Mueble, documento gráfico ropajes y orfebrerías, Revisa Ateca, 6, 2006
5. Ateca entre 1500 y 1800, Cuadernos de Aragón, Francisco Martínez, IFC, 2018
6. Cuatro notables templos aragoneses: Luna, Calmarza, Ayerbe y Sariñena, Antigrama, 19, Inocencio Cadiñanos, 2003


Tomo III del Libro de Fábric, AP. Embid de Ariza (1649-1721)
Libro de Defunciones TOMO II, AP. Embid de Ariza (1645-1781)
Archivo Diocesano de Sigüenza

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