RESURRECCIÓN

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El residente


Los ajos tiernos y las habas, los virus y las bacterias, Cristo y los espárragos, todo resucita y renace en el domingo de gloria.


    Las golondrinas reaparecen, las torcaces pasan sobrevolándonos, el caracol se pega a los quicios de las puertas, el pulgón de los rosales hace su primera escalada hacia la recién nacida belleza, la flor del almendro desafía al hielo, las larvas de insectos hierven en las chascas, las semillas después de podridas germinan; el incipiente trigo ensaya sus primeros oleajes, cambiando el apagado marrón del campo por el prometedor verdor de la próxima cosecha.


    Toda la naturaleza celebra la fiesta de la resurrección, de modo que tú deberías hacerlo también, sal del sepulcro de todos los días, levántate y anda….o inténtalo al menos.


    Muchos creen que mientras viven no están muertos, es sólo una bonita suposición. Mucha gente muere antes de morir y no se da cuenta.


    He aquí algunas pruebas inapelables, que debemos comprobar para saber si es nuestro caso.


    Si de madrugada, despierto en la cama, estiras una pierna hacia el lado fresco de las sábanas y no sientes placer…..es que estas muerto.


    Si al abrir los ojos por la mañana descubres que esta el sol en la ventana y no concibes que eso es un milagro que se repite todos los días exclusivamente en tu honor…………. es que estas muerto.

     Si no agradeces que la brisa de la primavera infle los visillos y llene tu habitación de un aroma inconfundible…..es que estas muerto.


     Si pese a todo, persistes en enterarte de las noticias que llenan de basura moral el mundo y las prefieres al olor de café que llega de la apartada cocina……..es que estas muerto.


    Bosteza, estírate, ráscate y prepárate para el examen del cuarto de baño, si no eres capaz de sonreírte ante ese espejo que lo sabe todo de ti…….es que estas muerto.


     En la forma de partir el pan, reconocieron al Maestro resucitado sus discípulos en el camino hacia Jerusalén. Prueba a compartir una agradable mesa con los amigos o la familia más querida, en la sobremesa cierra los ojos, escucha y permanece en silencio, oye como se mezclan las voces conocidas con las risas y el cristal….amigos, hijos, nietos….vuelve a desear que los labios de la mujer que quieres se posen sobre los tuyos.


   Si ignoras que la inmortalidad esta el fondo de estos placeres….vuelve al sepulcro.

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