LA SEQUÍA OBLIGA A LOS APICULTORES DEL ALTO JALÓN A REINVENTARSE PARA MANTENER SUS EXPLOTACIONES

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Lares miel abejas panal


Incertidumbre y pérdidas inasumibles por sequía marcan la campaña apícola 2023. Las previsiones del sector apícola de COAG, con información recabada de las principales CC.AA. productoras, apuntan a una “pésima campaña” que no superará el 15% de una cosecha normal. En el Alto Jalón, la situación obliga a los apicultores a reinventarse para mantener vivas sus explotaciones pendientes de medidas urgentes que rescaten al sector. "No sé qué va a ser de los apicultores si esto sigue así", señala Álvaro Legido, de Miel Monte Real.


La previsión de cosecha en el Alto Jalón es muy negativa. Nada de romero, muy escaso tomillo y entre un 5 – 15% de cosecha de primavera (milflores, montaña) respecto a un año normal. Disparada la inversión en alimentación de las colmenas debido a la mala situación en campo, sumado a la presencia de abejarucos en los colmenares debido a la sequía, que también ha provocado una alta prevalencia de varroa, un parásito de las abejas similar a un ácaro, ha provocado una mala enjambrazón que pone muy en entredicho la rentabilidad de las explotaciones.


Esto es algo que advirtió hace tiempo Julio Yagüe, de la empresa de Ariza, Lares Miel. "Esto se veía venir, por eso me adelanté y me pasé a producción ecológica", explica el arizano señalando que "aunque la producción es más baja, es algo más estable y los costes son menores". Una reinvención en busca no solo de la estabilidad, sino también de un producto más exclusivo. "El precio de venta también es mayor y los costes algo menores", algo que para Yagüe está resultando fundamental para mantener su explotación.


A pesar de este cambio a ecológico, la sequía sigue afectando a sus colmenas, donde este año todavía no se ha cosechado ni un kilo de miel. A estas alturas debería haber cosechado unos 15 kilos por colmena, pero este año, nada", advierte Yagüe preocupado aunque buscando el lado positivo de tener parada la cosecha. "El tiempo lo dedico a extraer datos de las colmenas, renovar reinas y replantear el sistema de venta a través de internet para sacar más valor al producto", relata.


Aunque entre los factores que más han incidido en la situación actual de los apicultores se encuentra la grave sequía, el coste en alimentación también se ha disparado en primavera debido a la ausencia de floración y se ha agravado la presencia de abejarucos en los colmenares. También existe incertidumbre en relación a los enjambres. Es posible que muchos no salgan adelante y, los que lo consigan, lo harán a costa de una importante inversión en alimentación de las abejas (coste de 18 euros/ colmena). "El problema, y esto se lo he dicho más de una vez al responsable nacional y en varias reuniones a nivel regional, es que se lleva toda la vida diciendo que la apicultura está mal, y el año que está mal de verdad, pues ya no hace impacto en la población. Es el cuento del Pedro y el lobo", se queja Yagüe.


En este contexto, las ayudas para el sector apícola que recoge el Real Decreto de Sequía aprobado por el Gobierno la semana pasada resultan según avanza COAG absolutamente insuficientes. “Se reparte miseria; 800 euros para un apicultor con la que está cayendo es casi insultante. Sólo el coste de alimentación suplementaria de las abejas supone entre 8.000 y 10.000 euros al mes en una explotación media (400 colmenas)“, ha subrayado Pedro Loscertales, responsable de la organización.



Además, desde COAG ya manifestaron su disconformidad con la propuesta del Ministerio de Agricultura ya que la ayuda debería incluir a todas las explotaciones profesionales (independientemente de que sean estantes o trashumantes). “Insistimos en que es importante que la ayuda pueda llegar a todos los profesionales (y no sólo a los trashumantes). El sector lleva demandando ayudas directas desde julio de 2022 y está atravesando una situación excepcional y requiere de medidas excepcionales. Los 5 millones son un parche de cara a la galería. Conviene no olvidar que el sector está compitiendo en el mercado con importaciones fraudulentas que entra a precios por debajo de costes de producción en el mercado europeo”, ha apuntado Loscertales.



Ante estas circunstancias, una parte creciente de los apicultores se están viendo obligado a dejar la actividad y buscar alternativas laborales entre otros sectores como la construcción o la hostelería. “Tres campaña consecutivas sin apenas producción y con precios por debajo de costes hacen insostenible la situación. Hay quiebra técnica en más del 50% de los colmenares de nuestro país, desgraciadamente por cuestiones que no dependen de nosotros como es el clima. Necesitamos un ambicioso Plan de Rescatepara el sector apícola español”, ha afirmado el responsable del sector apícola de COAG. 

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