MONASTERIO DE PIEDRA Y ACOBIJA CONSERVACIÓN RENUEVAN SU CONVENIO DE COLABORACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DEL MILANO REAL Y EL ALIMOCHE COMÚN

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Alimoche


Monasterio de Piedra y la ONG ACOBIJA Conservación se han reunido para dar continuidad a su acuerdo de colaboración, con el objetivo de regenerar y preservar dos especies de aves necrófagas con alto grado de amenaza y de interés comunitario, el milano real y el alimoche común, dentro del proyecto 'Pequeñas Aves Necrófagas para la Biodiversidad'. Con esta colaboración, el complejo turístico declarado como Conjunto y Bien de Interés Cultural, afianza su compromiso con la conservación de la fauna autóctona y su entorno natural para acercar la naturaleza local a sus visitantes.


El proyecto 'Pequeñas Aves Necrófagas para la Biodiversidad', diseñado e implementado con ACOBIJA, tiene como finalidad frenar la pérdida de biodiversidad, restaurar el hábitat natural alimentario de las especies necrófagas, mediante el impulso y el apoyo a la ganadería extensiva, y favorecer la conectividad del corredor biológico del Sistema Ibérico, con la recuperación de las poblaciones de las especies objetivo en el punto de mira. Este se centra en el alimoche común y el milano real, especies ambas muy vinculadas a Aragón puesto que la comunidad alberga el mayor número de parejas reproductoras de alimoche a nivel nacional y la segunda mayor población de milano real invernante de Europa.


Para su desarrollo, desde ACOBIJA se lleva a cabo la gestión específica del Punto de Alimentación Suplementaria (PAS) Muladar Mesa-Piedra, ubicado en el Alto Jalón zaragozano y limítrofe con el Monasterio de Piedra, atendiendo a las necesidades alimentarías y de comportamiento de estas especies para reforzar así la época de reproducción y cría del alimoche, además de la invernada del milano real, asegurándoles una fuente de alimentación suficiente, de calidad y accesible.


Desde la puesta en marcha del PAS Mesa-Piedra, en julio de 2022, la presencia de milano real y alimoche común ha ido incrementado y se ha observado un uso regular de la instalación y del alimento aportado por parte de estasdos especies sirviendo, además, como un punto de apoyo clave para fortalecer la conectividad del corredor biológico del Sistema Ibérico, fomentando los pasos migratorios y facilitando la dispersión de ejemplares de otras especies como buitre negro y milano negro. Asimismo, se ha logrado evitar la emisión de más de 2.450 kg. de CO2 a la atmósfera que, de otro modo, se habrían generado debido a la destrucción de los descartes de productos no aptos para alimentación humana.

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