Como muchos estáis estas fechas en casa de la abuela, en el pueblo, disfrutando del verano y de las fiestas de todo el Alto Jalón, hoy quiero enseñaros una de las recetas que probablemente repitas con frecuencia, las croquetas de pollo de mi abuela.
Cómo hacer croquetas de pollo al estilo de mi abuela:
Como en Telepizza, el secreto está en la masa:
Primero vamos a preparar el pollo de la manera que más nos guste, en nuestro caso lo hemos hecho a la plancha. Después cortaremos en trozos pequeños y reservamos.
Para la bechamel, cogemos un cazo y ponemos dos cucharadas de mantequilla, cuando haya derretido metemos tres cucharadas bien llenas de harina y mezclamos con la mantequilla hasta formar una masa. Con cuidado de no dorar demasiado la harina.
Poco a poco vamos a ir agregando la leche y daremos vueltas con una varilla sin dejar de remover para que no se formen grumos. Así hasta obtener la textura de la bechamel.
Truco: os aconsejamos calentar previamente la leche, ayudará a que no se formen grumos.
Cuando ya tengamos la textura, añadimos un poco de sal, pimienta y nuez moscada. Mezclamos.
Ahora incorporamos el pollo previamente cortado y seguimos dando vueltas durante 5 minutos hasta que quede una masa espesa.
Ponemos la masa en un recipiente rectangular y dejamos reposar a temperatura ambiente. Cuando ya no esté caliente tapamos con un papel film. Es importante que el papel esté bien pegado a la masa para que no se forme costra y lo metemos en la nevera un mínimo de 2 horas, así cuando enfríe será fácil de trabajar.
Elaboración del rebozado de las croquetas:
Sacamos la masa de la nevera y con la ayuda de dos cucharas le damos forma a las croquetas. Puedes darle la que tú quieras, nosotras en este caso las hemos hecho redondas con la ayuda de las manos.
Pasamos primero la croqueta por los huevos previamente batidos y después por el pan rallado. Si quieres que queden más crujientes, vuelve a repetir el proceso del huevo y el pan rallado.
Es importante que los huevos estén bien batidos, que no queden partes de la clara sin batir.
Cuando estén todas preparadas, si ves que no vas a freír todas aprovecha y congélalas, así las tendrás listas para otro día.
Cogemos un cazo o una sartén alta y ponemos bastante aceite a fuego alto. Para saber que el aceite está a la temperatura perfecta, cogemos una cuchara de madera e introducimos en el aceite la parte trasera, al sumergirlo tiene que hacer muchas burbujitas.
Metemos las croquetas en el aceite hasta que estén doradas y rápidamente las ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Espero que os gusten, y el que no las quiera preparar, que venga a mi bar y las deguste.
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