EL PASO DEL SOL POR LA PEÑA DEL UJERO DE EMBID DE ARIZA MARCA EL INICIO DE UN NUEVO VERANO

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Durante estos días de principio de verano, unos días antes y después del solsticio, el municipio zaragozano de Embid de Ariza , en el Alto Jalón, se convierte en uno de los escenarios naturales más sugerentes del Alto Jalón gracias a un fenómeno solar que hunde sus raíces en la cultura celtibérica: la luz del sol atravesando la “Peña del Ujero”, una abertura artificial en la pared rocosa del barranco que flanquea el pueblo.


Este peculiar orificio, estratégicamente situado, permite ver salir el sol cada mañana en fechas próximas al solsticio de verano, coincidiendo con la festividad de San Juan. La escena alcanza su plenitud sobre las 9:00 horas de la mañana del 21 de junio, aunque también puede contemplarse unos días antes y después, si las nubes lo permiten. El fenómeno se puede observar desde la confluencia entre el barranco y el río Henar, en pleno casco urbano, y es, según los vecinos, una de las experiencias visuales y simbólicas más potentes del año.


Más allá de su valor paisajístico, la Peña del Ujero parece cumplir una función ancestral de calendario solar. Como un primitivo reloj estacional, marcaba para las antiguas civilizaciones los momentos clave del ciclo agrícola, desde la siembra a la cosecha, pasando por rituales de purificación y renovación. El hecho de que la luz solar atraviese esta abertura justo en el momento en que el sol alcanza su punto más alto en el cielo no es casualidad, sino el resultado de un diseño intencionado ligado a la cosmovisión de los pueblos prerromanos.


Así lo confirman los vestigios celtibéricos presentes en el entorno, que han sido también documentados en el cercano santuario de Segeda, donde se produce un fenómeno similar. De hecho, los vecinos más atentos recuerdan que ya en invierno se identificó un alineamiento solar en la ermita de Santa Quiteria, cuando el sol del solsticio de diciembre se asoma entre las hendiduras de la Muela.


Cada vez son más los habitantes de Embid y sus alrededores que acuden puntualmente cada junio a este “despertar del sol”, que convierte al pueblo en un espacio de conexión entre la historia, la naturaleza y el presente. Una experiencia que no solo emociona por su belleza, sino que reafirma la importancia del territorio y de su memoria. Para quienes no puedan asistir el día exacto del solsticio, todavía hay margen: el fenómeno puede contemplarse con claridad hasta el 25 de junio, aproximadamente.


Y, como señalan los más fieles observadores del pueblo, puede que la Peña del Ujero no esté sola. Hay indicios de que en Embid podrían existir otros puntos estratégicos que cumplen la misma función solar en otras épocas del año. Por eso, animan a vecinos y visitantes a mantenerse atentos y a convertirse, cámara en mano, en verdaderos “cazadores del sol”.

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