LAS RELIQUIAS DE SAN VALENTÍN QUE ATRAEN VISITANTES EL 14 DE FEBRERO A CALATAYUD

En el corazón de Calatayud, la Basílica del Santo Sepulcro se convierte en destino de peregrinación durante estos días, ya que exhibe las reliquias del santo de los enamorados, San Valentín. La arqueta que guarda sus restos óseos, expuesta junto al altar, atrae a visitantes locales y forasteros en el día de los enamorados, el 14 de febrero.

La historia de las reliquias de San Valentín en Calatayud se remonta al siglo XVII. Descubiertas en las catacumbas de Roma, los restos se distribuyeron entre varias posesiones de la iglesia. En la Vía Flaminia, se encontró el cuerpo del santo en una basílica del siglo IV, donde se cree que fue martirizado. El papa Urbano VIII entregó los restos a la Orden del Santo Sepulcro, quienes los trasladaron a la colegiata en Calatayud, a Toro (Zamora) y a la iglesia de San Antón en Madrid.

Parte de las reliquias se compartieron con Tobed, un territorio propiedad de la Orden, y otra parte se trasladó a las Canonesas Regulares de Zaragoza. En Calatayud, las reliquias se conservan en una arqueta de madera de ébano traída de México por José Cubel Liñán, canónigo de la Orden en la ciudad.

"El cuerpo se dividió en varios relicarios, y aquí en Calatayud se conservan en una arqueta de madera de ébano", explica el párroco de la Basílica del Santo Sepulcro, Javier Sanz. José Cubel Liñán, canónigo de la Orden en Calatayud, envió todas las maderas de ébano que hay en la colegiata. A lo largo de los años, las reliquias de San Valentín se han convertido en las más significativas y populares, especialmente entre las parejas.

Desde el pasado domingo, numerosas personas han visitado la iglesia para contemplar la arqueta de madera que resguarda los huesos de San Valentín. La Oficina Municipal de Turismo ha organizado visitas guiadas específicas, agotando todas las plazas disponibles días antes de su celebración, demostrando el creciente interés en la historia de San Valentín y su conexión con Calatayud.