LA FUNDACIÓN DEARTE FIJA A UN NUEVO JOVEN HABITANTE EN LA VILLA DE MEDINACELI

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En la mañana de este primer martes de marzo, los micrófonos de Alto Jalón Radio se han hecho eco de la llegada de un nuevo vecino al Alto Jalón, específicamente a Medinaceli. El joven Alejandro Gómez ha elegido la pintoresca villa ocelitana como su hogar. Un lugar donde no solo reside la historia, algo que según nos cuenta, le impactó muchisimo cuando vio el imponente arco romano que le daba la bienvenida a su llegada, sino también un floreciente escenario para su crecimiento personal y profesional, especialmente en el ámbito del arte.


Artista visual y gestor cultural, Alejandro ha trazado su ruta desde México hasta Medinaceli con determinación y pasión. Su destino lo ha llevado directamente al majestuoso Palacio Ducal, donde se une al equipo de trabajo de la Fundación Dearte, encabezado por su presidente Miquel Tugores. Es aquí, en este remanso de arte y cultura, donde su viaje cobra un nuevo significado y promete nuevas oportunidades.


Durante la entrevista, Alejandro ha compartido con nosotros los detalles de su viaje desde México, su país natal, hasta los rincones tranquilos del Alto Jalón. A pesar de la distancia geográfica, y el frio, al que nos dice que no está nada acostumbrado, el calor humano y la hospitalidad de los vecinos y vecinas de Medinaceli han hecho que se sienta como en casa desde el primer día. La transición a un entorno más tranquilo y cercano a la naturaleza ha sido una experiencia enriquecedora para Alejandro, quien nos comentaba, que ya en su viaje en tren desde Madrid, se iba impresionando con el cambio de paisaje que se iba encontrando según se acercaba a tierras altojaloneras.


Sin embargo, lo que más ha sorprendido a Alejandro es el descubrimiento de la Fundación Dearte en este pequeño pueblo de menos de 700 habitantes. Este oasis de arte contemporáneo ha superado todas sus expectativas, demostrando que el arte no conoce límites ni fronteras. La Fundación Dearte se erige como un faro de creatividad en medio de la tranquilidad rural, un lugar donde las ideas florecen y las mentes se abren a nuevas posibilidades.


Para Alejandro, este nuevo capítulo en su vida representa más que una simple mudanza geográfica. Su llegada a Medinaceli marca el comienzo de una nueva aventura, donde el arte y la cultura se entrelazan con la vida cotidiana, creando un tejido único de experiencias y emociones.




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