POTAJE DE VIGILIA

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POTAJE


INGREDIENTES:

300g de garbanzos secos

2 dientes de ajo

1 hoja de laurel

2 cebollas

Aceite de oliva virgen extra

1 cucharada de postre de pimentón de la Vera

Sal al gusto

200g de espinacas frescas

200g de bacalao desalado

1 huevo

1 rebanada de pan 


ELABORACIÓN:




El día anterior, ponemos los garbanzos en agua templada con una cucharadita de sal y los dejamos en remojo durante la noche, normalmente 12 horas.


Cocción de los garbanzos:




Pasado el tiempo de remojo, escurrimos y lavamos los garbanzos para quitar posibles impurezas.


Cocinamos los garbanzos en una olla express con un litro de agua, 2 dientes de ajo pelados, y la hoja de laurel.


Cerramos la olla, llevamos a fuego alto y cuando comience a salir vapor, bajamos a fuego bajo y cocinamos durante 15 minutos.


Preparación del sofrito:




Picamos fino uno de los dientes de ajo y pelamos el otro y las cebollas en juliana pequeña.


En una sartén amplia con aceite de oliva virgen extra, freímos el ajo a fuego medio hasta que tome un tono dorado, luego retiramos el diente de ajo entero, añadimos la cebolla y sofreímos hasta que esté pochada.


Apagamos el fuego, dejamos atemperar el aceite y añadimos el pimentón, removiendo bien y reservamos.


Cocción de las espinacas y el bacalao:




Cocemos el huevo en un cazo con agua hirviendo.


Pasado el tiempo de cocción de los garbanzos, dejamos que se libere todo el vapor de la olla antes de abrir, pasamos el caldo colado a otra cazuela junto a los garbanzos.


Ponemos esta cazuela a fuego medio, vertemos el sofrito y removemos. Agregamos las espinacas en varias tandas y dejamos cocinar unos minutos. Desmigamos el bacalao en trozos, añadimos a la cazuela y bajamos el fuego.


Toque final:




En una sartén con un poco de aceite de oliva, freímos la rebanada de pan hasta que esté dorada y crujiente. En un mortero, machacamos el pan frito desmenuzado y el diente de ajo reservado para hacer un majado.


Pasados 5 minutos desde que echamos el bacalao, añadimos el majado a la cazuela, pelamos el huevo cocido, lo cortamos en pequeños trozos y lo añadimos a la cazuela justo antes de servir.




Servimos el potaje bien caliente y ¡a disfrutar!


Esta receta es perfecta para disfrutar en días frescos, como los que nos espera esta Semana Santa y su sabor reconfortante la hace ideal para cualquier ocasión. ¡Buen provecho!



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