MUNÉBREGA CELEBRA ESTE DOMINGO SAN CRISTOBAL BAILANDO EL TON, FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO EN ARAGÓN

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Munébrega celebra este domingo, 14 de julio, la festividad de San Cristóbal bailando el Ton, una romería declarada de interés turístico en Aragón desde 1996. 


Como cada año, los vecinos del municipio subirán en romería hasta la ermita en honor al santo, situada a unos kilómetros del casco urbano y bajarán al santo  en hombros bailando el singular “Ton de San Cristóbal”


Esta fiesta se celebra en Munébrega el segundo domingo de julio, tradicionalmente se celebraba el 10 de julio día de San Cristóbal. Se ha mantenido durante siglos gracias a la devoción  de los munebregueños al santo y a la organización en una cofradía, que en 2021 se convirtió en Asociación Cultural y Turística, con el objetivo de mantener la fiesta con su idiosincrasia, difundir su tradición así como programar diversos actos culturales al rededor de la misma.


El rito empieza el sábado 13 por la tarde a las 18:00h. Tendrá lugar la vuelta al pueblo anunciando que empieza la fiesta, este año a cargo de los Dulzaineros del Corral Blanco, recuperando así el sonido ancestral del Ton de San Cristóbal. Al llegar a la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, para celebrar las Vísperas o Completas. Como viene siendo ya costumbre la Asociación Cultural realizará un acto de reconocimiento a los cuatro miembros más longevos, que han transmitido la tradición y pasión durante generaciones, nombrándolos Priores de Honor.


Los priores mantendrán la tradición de cenar juntos, en hermandad y dar la vuelta al pueblo recorriendo las diferentes hornacinas con San Cristóbal que hay en diversas partes de la localidad y bailando la tonada.


El domingo 14 de julio, los vecinos salen en romería a primera hora de la mañana hasta la ermita los priores portarán la peana del santo, los dos pendones y la vara del primero, en el remolque adornado con ramas de chopo.


Allí, en lo alto del cerro, se les recibe lanzando peladillas y caramelos y comienzan los primeros bailes dando la primera vuelta a la ermita y a las 8.30 se oficia la misa en el interior de la misma. Al finalizar, el santo vuelve a salir a hombros y se repite el baile. Los vecinos forman círculos alrededor de la imagen, dando palmas y vítores. Los pendones, dos banderas una roja y otra blanca de grandes dimensiones ondean y son bailadas al son de la música. El primero baila la vara, adornada con flores y la imagen del santo, después de la misa los niños de la localidad se encargan de bailarla hasta el pueblo. El rito se mantiene mientras se da una vuelta a la ermita en sentido contrario a las agujas del reloj y después de ello llega el esperado almuerzo en el que conviven todos los vecinos, para después tomar un rico chocolate con bizcochos, ofrecido por los “priores” y poner rumbo a la localidad portando al santo en hombros.


La melodía que marca el son del baile no ha cambiado a lo largo del tiempo, es repetitiva y muy característica, y la tonada marca la forma en la que los que bailan deben mover los pies hacia delante y hacia detrás. 


Casi al final del camino, poco después del cementerio las mujeres cogen el mando y portan a San Cristóbal en su pesada peana hasta la plaza. Los vecinos que no han acompañado en la bajada salen a esperar al Santo al camino de la virgen, para entrar con él a la plaza Juan Fernández de Heredia donde se realiza la rifa y subasta organizada por la junta que subasta una serie de productos típicos, así como de otros que aportado los propios vecinos.


A continuación llega uno de los momentos más esperados del año: se nombrará al Primero del año 2025 así como a los priores y prioras encargados de la fiesta. Un momento muy emotivo ya que puede tocar cada 25 años aproximadamente.


Una vez acaba la rifa, la música vuelve a soñar para acompañar al Santo a la iglesia, este momento es mágico, los munebregueños, dan vueltas con la peana del santo alzándolo todo lo que pueden sus brazos, hacen corros y se resisten a despedirse, a que la fiesta acabe y comience la espera para poder bailar al año que viene, cuando por fin San Cristóbal entra en la iglesia, el entablerado del suelo retumba con los bailes, el Ton sonando a un ritmo cada vez más rápido que anuncia el final. Aquí los vecinos y vecinas se despiden hasta el año que viene, hacen sus promesas y peticiones, la emoción inunda el ambiente.


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