NACEN LOS PREMIOS ENCARNACIÓN CABRÉ, PRIMERA ARQUEÓLOGA ESPAÑOLA Y CRIADA EN SANTA MARÍA DE HUERTA

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La Asociación Española de Amigos de la Arqueología ha anunciado la primera edición del Premio Encarnación Cabré a la Divulgación del Patrimonio Arqueológico, un galardón destinado a reconocer la excelencia en la interpretación y divulgación del patrimonio cultural. El premio, que se entregará el próximo martes 17 de diciembre a las 19:00 horas en la Escuela de Conservación y Restauración de Madrid, coincidirá con una conferencia impartida por Lourdes Prados, catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid.


Este nuevo reconocimiento, aprobado el pasado 14 de mayo por la Junta de la Asociación, rinde homenaje a Encarnación Cabré Herreros (1911-2005), primera arqueóloga profesional de España, pionera en el ámbito de la arqueología, la docencia y la divulgación científica.



Encarnación Cabré: una vida dedicada a la arqueología

Encarnación Cabré Herreros es una figura imprescindible en la historia de la arqueología española. Nacida en Madrid pero vinculada al Alto Jalón a través de Santa María de Huerta, Cabré fue la primera mujer en España que se formó profesionalmente como arqueóloga, dejando un legado que marcó un antes y un después en la disciplina.


Nació en una familia de clase media. El ambiente familiar y la profesión de su padre, Juan Cabré, vinculado al Marqués de Cerralbo y primer director del Museo Cerralbo, despertaron su precoz vocación por la arqueología. Ingresó en la Universidad Complutense de Madrid para estudiar Filosofía y Letras (1928-1932).


Durante su formación universitaria, y hasta la Guerra Civil española, participó, como principal colaboradora de su padre, en las excavaciones de algunos de los yacimientos más emblemáticos de la arqueología peninsular. En 1929 asistió al IV Congreso Internacional de Arqueología (Barcelona), donde presentó el único estudio realizado por una española. En 1930 participó en el XV Congreso Internacional de Arqueología y Antropología Prehistórica (Portugal). La singularidad de Encarnación hizo que apareciese su retrato en las primeras páginas de los rotativos lusos; igual tratamiento tuvo en un artículo en la prensa francesa (1930) en el que se reflexionaba sobre los cambios y la modernidad de las mujeres españolas, donde ella fue uno de los pocos ejemplos mencionados.


A lo largo de su vida, Cabré publicó estudios esenciales sobre la Edad del Hierro y el arte rupestre, dejando una huella imborrable en la historiografía arqueológica. Entre sus reconocimientos destacan la Medalla de Oro de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología (1992) y la Medalla de Honor de la Diputación Provincial de Aragón (1991). Además, espacios culturales como el Aula Encarnación Cabré en el Conjunto de los Dólmenes de Antequera o la Biblioteca Encarnación Cabré en Naharros (Guadalajara) llevan su nombre como tributo a su contribución al conocimiento arqueológico.


Un galardón para acercar el patrimonio a todos

El “Premio Encarnación Cabré” tiene como objetivo destacar a investigadores, colectivos, instituciones y empresas que, mediante ilustraciones, modelos a escala, reconstrucciones virtuales, vídeos, cómics, documentales, relatos y otros medios creativos, contribuyan a una mejor comprensión y conservación del patrimonio cultural. Además, el galardón busca promover valores contemporáneos como la inclusión, la diversidad, la accesibilidad y la participación ciudadana.


El premio será bienal y se fallará sin convocatoria previa, valorando trabajos difundidos en medios de comunicación, museos, universidades y otras plataformas culturales. Está dotado con 2.000 euros, lo que subraya el compromiso de la Asociación con la promoción del patrimonio.


Un legado que inspira el futuro

Con el nacimiento de este premio, Encarnación Cabré sigue siendo una fuente de inspiración para investigadores y divulgadores. A veinte años de su fallecimiento, su espíritu pionero y su pasión por la arqueología siguen vivos, reflejados en iniciativas que promueven el conocimiento y el respeto por nuestro patrimonio cultural.


El martes 17, en Madrid, la arqueología española tendrá la oportunidad de celebrar no solo a sus figuras actuales, sino también el legado de una mujer que abrió camino para las generaciones futuras.

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