El Mesa desbordado en Calmarza en la DANA del 29 de octubre
La preocupación por el estado del río Mesa sigue creciendo entre los municipios afectados por la DANA de noviembre, que provocó devastadoras crecidas en los Valles del Mesa y del Piedra, ocasionando graves daños en infraestructuras, negocios y bienes particulares. Tres meses después de aquel desastre natural, las administraciones locales siguen esperando medidas efectivas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que aún no ha acometido la limpieza del cauce ni la reparación de los márgenes afectados.
Después de que el pasado martes, Ramón Duce, alcalde de Ibdes, denunciara públicamente que el estado deficiente del cauce del río ha provocado nuevos desbordamientos en su municipio, ahora es el regidor de Villel de Mesa, Pedro Lozano, quien alza la voz. Lozano ha solicitado a la CHE que actúe de manera inmediata, tras registrarse nuevos anegamientos en la cabecera del río, en la vertiente del Alto Jalón guadalajareño.
En declaraciones recogidas por el diario digital Guadalajara Diario en su edición de este miércoles, 29 de enero, el alcalde de Villel de Mesa ha mostrado su indignación por la falta de respuesta:
"Se ha anegado la zona baja de las fincas y se inundará siempre que crezca el caudal del río. Estamos pendientes y dicen que van a venir. Mientras no se limpie, el riesgo existe", ha manifestado Lozano, advirtiendo que si la situación no se soluciona, está dispuesto a "ir hasta Madrid" para exigir respuestas.
Se cumplen hoy tres meses exactos desde las inundaciones que azotaron el Alto Jalón Zaragozano, con graves consecuencias económicas y estructurales para toda la comarca.
Varios municipios como Ibdes, Jaraba, Calmarza, Nuévalos o Monterde, entre otros, siguen padeciendo las secuelas de las crecidas de los ríos, que ha dejado en una situación crítica a sectores clave como el turismo y la hostelería.
El impacto ha sido especialmente duro en Jaraba, donde permanecen cerrados el Balneario La Virgen y sus dos embotelladoras, afectadas gravemente por las crecidas. A esto se suma el cierre anticipado del Monasterio de Piedra, un referente turístico cuyo funcionamiento es vital para la economía local.
Desde los municipios afectados insisten en que el problema no es solo la falta de limpieza del cauce, sino que la riada de noviembre dañó gravemente los márgenes del río, dejándolos sin capacidad para contener nuevas crecidas. Sin embargo, denuncian la CHE no ha acometido aún las obras necesarias para recrecer y reforzar esas zonas, lo que provoca que con cada episodio de lluvias el riesgo de desbordamiento siga siendo alto.
El martes, el alcalde de Ibdes, Ramón Duce, ya manifestó su preocupación y exigió actuaciones urgentes para evitar nuevos desbordamientos. Ahora, desde Villel de Mesa, Pedro Lozano se suma a la petición y eleva el tono de la protesta.
El regidor ha advertido que si la Confederación Hidrográfica del Ebro no se pone manos a la obra, está dispuesto a llevar el problema hasta Madrid para exigir soluciones ante los organismos competentes.
La presión desde los municipios afectados sigue creciendo. Los alcaldes y vecinos han perdido la paciencia y reclaman medidas inmediatas y efectivas para evitar que se repitan las desastrosas inundaciones de noviembre. Mientras tanto, los efectos de la riada siguen afectando gravemente la economía y el día a día de la comarca.
JALON
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