Si hay un ave que abunda en el pantano de Monteagudo este es el ánade real. Te los puedes encontrar en pareja o bien en grupo.
Yo les apodo los F18 del pantano porque suelen volar en parejas con vuelos rasantes.
Les encantan los humedales, lagos, ríos o estanques. En nuestro caso es en el pantano donde lo vamos a poder ver, pero también si paseamos por la ribera del Nagima o el Richuelo puede echar a volar alguno.
A simple vista se pueden diferenciar los machos de las hembras. El plumaje de las hembras es de color marrón moteado lo que les proporciona un excelente camuflaje en el nido ayudarles a protegerse de los depredadores. Los machos son más coloridos. La cabeza es verde brillante y el cuello tiene un collar blanco. El pecho es de color marrón castaño y su cuerpo gris claro con plumas negras en la parte trasera.
Los machos cambian de color en la temporada de cría. Pasan por una muda quedándose con un plumaje conocido como “el plumaje de eclipse”. Durante esta época, pierden sus plumas de colores brillantes y sus plumas se parecen a las de las hembras siendo de color marrón moteado. Este plumaje temporal les proporciona camuflaje adicional mientras sus nuevas plumas crecen.
Antes de la siguiente temporada de cría, los machos mudan nuevamente y recuperan su plumaje brillante y distintivo para atraer a las hembras. Tienen “plumaje nupcial” ¡Ya habéis visto cuantas veces cambian de traje los ánades machos!!!
Las hembras son las encargadas de construir el nido en áreas escondidas cerca del agua. El sitio debe estar siempre con cobertura suficiente para protegerse de los depredadores. Los elementos para su construcción son hierbas, juncos, hojas y para aislarlo y darle suavidad, la hembra se arranca plumas de su pecho.
Esta forma de anidar es lo que convierte en imprescindible la vegetación que crece alrededor del pantano. Completamente necesaria para que sirva de protección a las aves que anidan allí.
El periodo de anidación suele ser en primavera, a partir de marzo o abril. Ponen entre 8 y 13 huevos. La hembra es la encargada de la incubación, que dura unos 28 días. Nada mas eclosionar los patitos abandonan el nido en un plazo de 24 horas. Siguen a la madre hasta el agua. Son bastante precoces ya que son capaces de nadar y alimentarse en cuanto abandonan el nido. Seguirán a su madre de quien aprenderán todo.
Los depredadores del ánade real están en todos sitios, en tierra hablamos del zorro, mapache, hurones o las ratas. En el aire tenemos a los halcones, águilas y búhos y en el agua a veces los peces pueden tratar de comerse a los patitos. ¡Por esto tienen que estar siempre en guardia!!!!
Así que, si paseaos por el pantano, ¡cuidar los juncos!!! En primavera Habrá nidos de ánades seguro. Además, así podréis disfrutar de los vuelos de nuestros F18 particulares y del espectáculo en invierno de los pequeños ánades en formación detrás de su madre intentando no caerse por el pantano helado.
JALON
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