MARIA ANTONIA ZÚÑIGA LLEVA SU ÁNGEL A LA RESIDENCIA DE ARIZA PARA EMOCIONAR TAMBIÉN A LOS MAYORES

Ariza volvió a sentir este lunes la ternura y la fuerza de su tradición más singular gracias a la visita de María Antonia Zúñiga Cardona a la Residencia de Mayores del municipio. La niña de ocho años, que protagonizó la Bajada del Ángel en la madrugada del Sábado Santo, acudió al centro para recitar los versos de este año ante los residentes que no pudieron acudir en persona a la plaza del Hortal.

Acompañada por familiares y personal de la residencia, María Antonia apareció en el salón entre aplausos, vestida con el mismo traje con el que el pasado fin de semana voló simbólicamente desde lo alto del arco del Hortal. Con la misma soltura que emocionó a cientos de personas en el acto central de la Semana Santa arizana, la pequeña recitó con claridad los versos que anunciaban la Resurrección y lanzó un sentido “¡Viva el Ángel!” que fue respondido de inmediato por los presentes con emoción.

Muchos de los mayores, visiblemente conmovidos, agradecieron el gesto con abrazos, palabras de cariño y algún que otro recuerdo compartido sobre su infancia y la historia de esta tradición centenaria. Para ellos, recibir la visita del ángel fue una forma de formar parte, también este año, de una de las celebraciones más arraigadas en la localidad.

Con esta visita, María Antonia —colombiana de origen pero arizana de corazón desde hace dos años— culmina unos días inolvidables en los que ha encarnado con dulzura, ilusión y madurez uno de los papeles más simbólicos de la Semana Santa de Aragón. Su vuelo sobre la plaza fue solo el inicio. Esta vez, ha sido su cercanía con los mayores la que ha vuelto a dar alas a toda una tradición.