La rave ilegal celebrada desde la madrugada del jueves en el paraje de La Mata, en Aguaviva de la Vega (término municipal de Almaluez), comenzó a apagarse ayer domingo a partir de las 22:00 horas, momento en el que los asistentes desconectaron la música y se iniciaron los primeros abandonos del lugar. A lo largo de la madrugada y durante la mañana de este domingo, los raveros —procedentes en su mayoría de distintos países europeos— fueron desmontando la infraestructura montada en la zona, poniendo fin a una fiesta que se ha prolongado durante más de tres días.
El último balance actualizado por la Guardia Civil a las 21:30 horas de este domingo recoge la identificación de 148 personas y el control de 216 vehículos. Se han practicado 101 pruebas de alcoholemia con resultado negativo y solo dos con resultados positivos, y 52 pruebas de drogas, de las que 27 arrojaron resultado positivo. Además, se han formulado 53 denuncias por infracciones a la Ley Orgánica 4/2015 de Seguridad Ciudadana, relacionadas con consumo o tenencia de drogas y armas, y se han interpuesto otras cuatro sanciones por cuestiones vinculadas al Reglamento General de Circulación (dos por ITV, una por conducción y otra por tenencia de un perro potencialmente peligroso sin las condiciones requeridas).
La Guardia Civil ha desplegado durante estos días un importante dispositivo con efectivos de Seguridad Ciudadana, Tráfico y SEPRONA, que ha permitido controlar el evento sin que se hayan producido incidentes graves. Uno de los principales logros del operativo ha sido evitar la entrada de 324 vehículos al perímetro de la fiesta, reduciendo así la posible masificación del evento.
El asentamiento, que llegó a reunir a medio millar de personas en una finca de cultivo en barbecho entre Aguaviva de la Vega y Radona, se desarrolló sin autorización y en una zona de difícil acceso. La respuesta de las fuerzas de seguridad fue rápida desde el primer momento, impidiendo en la noche del jueves el intento inicial de montaje. No obstante, los raveros lograron finalmente establecerse en un punto cercano, donde la música electrónica y las acampadas se prolongaron durante todo el fin de semana.
A pesar del fuerte despliegue y la preocupación vecinal inicial, la situación ha estado controlada en todo momento y no se han registrado altercados ni daños en bienes particulares. El propietario de los terrenos afectados, que se encontraban en estado de barbecho, manifestó su confianza en que los asistentes dejen el lugar limpio, como ya ocurrió en una rave similar celebrada en Sisamón el pasado noviembre.
Las autoridades continúan vigilando la zona hasta que se complete la salida de los últimos participantes y se garantice el restablecimiento completo del entorno. La Guardia Civil ha destacado el comportamiento mayoritariamente pacífico de los asistentes, aunque ha insistido en la importancia de prevenir este tipo de concentraciones no autorizadas por los riesgos que conllevan para la seguridad, el medio ambiente y los servicios de emergencia en zonas rurales.
JALON
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