ARAGÓN SE PLANTA CONTRA EL ENDURECIMIENTO DE LOS CRITERIOS PARA CREAR UNIVERSIDADES Y SE ADVIERTEN RIESGOS PARA LA NICCOLO CUSSANO DE CALATAYUD

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UNIVERSIDAD


El Gobierno de Aragón ha expresado su firme rechazo a la modificación del Real Decreto 640/2021 impulsada por el Gobierno de España, que endurece los criterios de calidad para la creación de nuevas universidades. La consejera de Empleo, Ciencia y Universidades, Claudia Pérez Forniés, participó este jueves en la reunión de la Conferencia de Política Universitaria celebrada en Paterna (Valencia), donde manifestó la oposición de Aragón a un decreto que, en palabras de la propia consejera, "cambia las reglas del juego a mitad de partido desde el sectarismo político".


El nuevo marco normativo, que pasa a centralizar las competencias sobre la creación de universidades, especialmente las de carácter online, ha generado inquietud en la comunidad aragonesa, ya que podría afectar directamente a la controvertida Universidad Niccolò Cusano, que busca implantarse en Calatayud. Este proyecto, avalado públicamente por el alcalde y senador del PP José Manuel Aranda, ha sido duramente criticado por los sectores más progresistas de la ciudad, que denuncian presuntas vinculaciones de la institución con la extrema derecha italiana.


El endurecimiento de los requisitos afecta a tres proyectos de universidades privadas que estaban tramitándose en Aragón, desarrollados conforme al decreto anterior. La aplicación retroactiva del nuevo marco los dejaría ahora en una situación incierta, tal y como advirtió Pérez Forniés: “Nos enfrentamos a un nuevo borrador muy distinto del que conocimos hace solo 40 días, y queremos dejar constancia de nuestra disconformidad con varios aspectos”.


En su intervención, la consejera insistió en que Aragón necesita universidades para retener talento y formar a sus jóvenes sin que tengan que marcharse fuera, destacando que “las universidades son incubadoras de talento y Aragón debe seguir siendo un lugar de oportunidades”. Pérez Forniés reafirmó además el compromiso inquebrantable del Ejecutivo aragonés con la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge, y dejó la puerta abierta a cualquier proyecto “que llegue con calidad, rigor y cumpliendo los requisitos”.


La reunión, que sirvió como primer encuentro con la nueva ministra de Universidades, Diana Morant, estuvo marcada por la tensión. A pesar de la petición de la mayoría de comunidades autónomas, las gobernadas por el PP, para votar el borrador, no se permitió tal votación, y tampoco se aceptó reflejar esta solicitud en el acta de la reunión. En total, las 13 comunidades autónomas gobernadas por el PP mostraron su rechazo y pidieron la retirada del texto, algo que el Ministerio ha desoído al seguir adelante con el procedimiento de urgencia.


La medida ha sido vista desde Aragón como un ataque a las competencias autonómicas y un movimiento político más que técnico, lo que añade un nuevo capítulo a la ya polémica trayectoria de la Universidad Niccolò Cusano y su posible desembarco en Calatayud. Aunque el Gobierno autonómico evita posicionarse directamente sobre este centro concreto, el trasfondo político y social sigue alimentando el debate sobre qué modelo universitario necesita Aragón y quién debe tener la última palabra.

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