Deza vuelve a convertirse en epicentro del ciclismo rural este verano con la celebración de una nueva edición de su ya tradicional BTT, un evento deportivo que cada año crece en participación y entusiasmo. Organizada por un grupo de vecinos apasionados por el deporte, a través de la Asociación Deza Resiste, la prueba cuenta cada año con un ambiente festivo y familiar, tal y como ha relatado uno de sus impulsores, Javi Gil, en una entrevista en el programa Pasajeros al Tren de Alto Jalón Radio.
El evento, que reune cada año a más de medio centenar de ciclistas de diferentes puntos de la comarca y provincias limítrofes, tiene como principal seña de identidad la cercanía y la buena organización. Según ha explicado Javi Gil, “aunque no es una marcha competitiva ni federada, la BTT de Deza ha logrado consolidarse como una cita muy esperada por los amantes de la bicicleta de montaña, gracias al mimo con el que se cuida cada detalle”.
La ruta, de dificultad media y con opciones de 30 y 60 kilómetros, discurre por algunos de los parajes más espectaculares del entorno de Deza, combinando tramos técnicos con zonas más accesibles que han permitido disfrutar tanto a ciclistas experimentados como a participantes menos habituales. La salida y la llegada se han ubicado en la plaza del pueblo, punto neurálgico de toda la jornada.
Uno de los elementos más valorados por los participantes es edición tras edición el avituallamiento y la comida final, organizada contando con la empresa local de Alhama de Aragón, Paellas Joma. “La comida es una excusa para juntarnos todos después de la bici y charlar un rato. Aquí nadie se va sin probar el chorizo de la zona”, bromeaba Gil durante la entrevista.
Desde la organización han querido destacar el apoyo del Ayuntamiento y de los voluntarios que han ayudado a señalizar el recorrido y garantizar la seguridad en todos los tramos. “Sin la colaboración de la gente, esto sería imposible. Aquí todo se hace con mucho corazón y pocas ayudas económicas, pero la respuesta de la gente es lo que nos hace seguir”.
La BTT Deza Resiste no solo ha sido una jornada deportiva, sino también una oportunidad para visibilizar el dinamismo de los pequeños pueblos del Alto Jalón. Como señalaba Javi Gil, “hay muchas ganas de hacer cosas, de moverse, y esto demuestra que con implicación vecinal se pueden organizar eventos que no tienen nada que envidiar a los grandes”.
La organización ya tiene todo encaminado para que este 30 de agosto Deza reciba de nuevo al pelotón de las pedaladas contra la despoblación, con la intención de seguir creciendo sin perder el carácter local que ha convertido esta cita en una auténtica fiesta del ciclismo rural.
Escucha aquí la entrevista completa.
JALON
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