En nuestra comarca están presentes todos los estilos artísticos desde la más remota antigüedad. Desde el dolmen del Portillo hasta la tristemente desaparecida iglesia modernista-neogótica de Alhama, pasando por ciudades celtíberas, monumentos romanos, fortalezas árabes, iglesias mudéjares y… de todo y además de buena calidad.
Hoy, por hablar de alguna cosa que refresque un poco el veranito, voy a hablar de la presencia del arte románico en nuestra comarca. Y sí, lo de refrescar lo digo en serio porque en el interior de estos viejos edificios medievales la temperatura baja de golpe un montón de grados y sólo por eso ya se agradece la visita.
El arte románico floreció sobre todo en Europa occidental entre los siglos XI y XIII. En su momento no se le llamó «románico», pues ésta es una denominación de los taxonomistas del siglo XIX y se basa en el supuesto parecido de esta forma de expresión artística con lo que habían hecho los romanos muchos siglos antes. Personalmente creo que el arte romano y el románico, fuera del arco de medio punto, se parecen como un huevo a una castaña, pero bueno, así se escribe la Historia.
La iglesia de Embid de Ariza
El románico es ante todo un género de arquitectura religiosa en el que las demás formas artísticas, como la escultura y la pintura, se subordinan a la función general de unos edificios que, salvo raras excepciones, son siempre iglesias o monasterios. En España hay multitud de ejemplos del estilo, sobre todo en la mitad norte de la península, creados en un periodo histórico más bien breve pero lleno de exaltación religiosa (católica en concreto).
Dicho esto, no todo el románico se encuentra en la parte de arriba del mapa, pues podemos toparnos con iglesias románicas tan al sur como la provincia de Jaén. Y tampoco es un arte oscuro y triste, como se dice a veces siguiendo el tópico peliculero sobre la Edad Media. Muchos templos románicos no sólo reciben una buena iluminación a través de sus ventanales: es que en origen las paredes estaban cubiertas de pinturas murales ricas en colorido. Igualmente el cerco de puertas y ventanas, así como las esculturas, se pintaba de colores alegres, incluso chillones. Lo cierto es que las iglesias románicas, cuando estaban nuevas, debían de tener una apariencia bastante diferente a lo que vemos hoy, cuando la pintura se ha perdido en casi todos los casos debido al paso del tiempo.
Interior de la iglesia vieja de Monreal de Ariza
Otra característica del románico es que muchas veces sólo se conserva una parte del edificio original, casi siempre el ábside y/o la portada. Esto a causa de reformas y reconstrucciones habidas a lo largo de los siglos o, también con mucha frecuencia, porque la tardanza en la construcción daba lugar a cambios de estilo artístico que quedaban superpuestos a la intención original.
Algo de todo ello encontramos en los monumentos románicos de nuestra comarca. El más notable, sin duda, es el monasterio de Santa María de Huerta. Aunque las partes más destacadas del conjunto pertenecen al estilo gótico, se conservan importantes elementos románicos, en particular el ábside circular de la iglesia, cuyos vanos fueron cegados parcialmente en época tardía para acomodar la decoración interior. Otros puntos en los que se pueden encontrar vestigios románicos son la sala capitular e incluso el claustro, aunque en estos sectores el gótico domina la escena.
Ábside de Santa María de Huerta
Si dejamos Huerta y seguimos Jalón abajo no tardaremos en llegar al siguiente hito románico de la comarca: la iglesia de Monreal de Ariza. De la acrópolis monrealera, conjunto de castillo, liza, iglesia y murallas, así como de su acertada restauración (aún en proceso) ya hemos hablado antes, por lo que nos centraremos en el templo propiamente dicho.
De éste no cabe duda de que es románico hasta la médula. De nave única, es un edificio de aspecto macizo y de hecho forma parte del recinto fortificado. Llama la atención por su tamaño y por la solidez de sus muros y en este caso sí se aplica el tópico de la oscuridad, pues debido a su función militar, paralela a la religiosa, el templo cuenta con pocas ventanas y éstas son más troneras para disparar que otra cosa. ¿Cómo se combina el mensaje pacifista de Jesús de Nazaret con levantarle un templo batallador? Buena pregunta.
Portada de la iglesia de Monreal de Ariza. Foto: Turismo Comarca de Calatayud.
Los elementos románicos más importantes de esta iglesia aparte de la propia mole de piedra y su potente (aunque hoy ruinosa) bóveda de cañón, son las aspilleras decoradas con arquivoltas y, sobre todo, el portal de acceso, de triple arquivolta sobre columnillas con capiteles tallados. En su decoración algo parecido a serpientes ¿amenaza? a unos rostros humanos bastante toscos, y el estilo es tan característico del románico septentrional que a muchos les sorprende encontrar algo así tan al sur.
Pues si se sorprenden, todavía hay más. Si seguimos bajando el Jalón, en llegando a Cetina podemos torcer a mano izquierda y acercarnos a Embid de Ariza, donde nos encontraremos con la iglesia de la Ascensión (no confundir con la anterior, que se dedica a la Asunción). En este caso, del templo románico original sólo se conserva la portada, pero es verdaderamente excepcional. De arquivolta cuádruple, muestra un parecido sorprendente con el románico de Huesca (igual que ocurre en Monreal) y de nuevo hay quien se sorprende de esta incursión sureña del románico somontano. Por suerte nadie ha dicho todavía que sea obra de extraterrestres.
Portada de la iglesia de Embid de Ariza. Foto: Turismo Comarca de Calatayud
La decoración de la puerta es de tipo geométrico y vegetal, aunque en los capiteles más externos se aprecian motivos parecidos a serpientes (izquierda) y rostros (derecha) que han servido para establecer una relación entre esta iglesia y la monrealera. Sin duda es fácil encontrar semejanzas, aunque es complicado llegar a conclusiones definitivas debido a la ausencia del resto del templo original. Por cierto, para que nadie se despiste, el año de 1798 grabado sobre la portada no es la fecha de construcción de la misma (como es lógico), sino con toda probabilidad el año en que se destruyó la obra medieval para construir la que contemplamos hoy en día. Si mantuvieron la portada fue, casi seguro, por ahorro.
Así pues, hoy invitamos a todos a disfrutar del frescor románico. Eso sí, Dios nos libre de esperar que una iglesia esté abierta cuando lleguen los visitantes. Conviene informarse antes del horario de misas y/o de visitas, cuando lo haya. En el peor de los casos siempre se puede preguntar en el ayuntamiento local o incluso a algún vecino: no es raro que alguien tenga las llaves e incluso esté más que dispuesto a mostrar al viajero los tesoros de su pueblo.
JALON
NOTICIAS.ES
Comentarios