LAS GASOLINERAS DE LA A-2 CERRARÁN EL AÑO CON UN DESCENSO DE SU FACTURACIÓN SUPERIOR AL 30%

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La pandemia de la Covid-19 está suponiendo una crisis económica en todos los sectores productivos, siendo el sector servicios el más amenazado. Dentro de esta clasificación se encuentran las gasolineras y estaciones de servicios. En un momento en el que el foco mediático se sitúa sobre la hostelería, en El Alto Jalón hemos querido acercarnos a los empresarios y empleados de las estaciones de servicio, principales afectados por el descenso de tráfico en la Autovía Nacional II que vertebra nuestra comarca.

Este año el sector de las gasolineras circunscritas dentro de la Comarca del Alto Jalón prevé facturar cifras entre un 30% y un 35% inferiores a las del año anterior, a pesar del repunte que experimentaron durante la desescalada de este verano. Esta circunstancia se deriva del descenso de viajes particulares, que provoca un menor consumo tanto de gasolina, como de productos de la tienda. Los descensos de facturación han supuesto medidas empresariales como cierres nocturnos, no cobertura por nuevos empleados de las bajas, o posibilidades de reducción de plantilla en alguno de los casos.

El sector de las gasolineras se encuentra en pleno proceso de reestructuración debido a los cambios en la demanda y en las normativas sobre el uso de combustibles. Las distribuidoras están invirtiendo en la adecuación de las estaciones para ofrecer servicios como el GLP o los surtidores eléctricos. Es el caso de gasolineras Galp. En palabras de Javier Bonillo, gerente de la gasolinera de Arcos de Jalón, “En 8 o 10 años vamos a sufrir una transformación muy grande con la introducción del GLP y de los surtidores eléctricos. Pero también las tiendas se van a transformar y van a ofrecer precios y variedad más competitiva. Serán como supermercados. La compañía busca la rentabilidad en las tiendas y apostar por un mundo con cero emisiones de Co2”.

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