LA BIBLIOTECA DEL RÍO

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Quedan pocas horas para la noche buena y el cielo está cubierto de nubes. Miro el río desde las huertas de Somaén y siento que él también sabe leer. Lee en las ramas peladas de los chopos. En las huellas de una nutria o un castor, Jalón arriba. En la temperatura fría donde suena el agua. Es el invierno.

     Dentro de la casa, el fuego alienta en la chimenea y siento que también sabe leer. Las llamas, con su lengua, leen la rama del chaparro, el tronco del roble. Y también saben que es invierno.

     Los libros que he leído durante este otoño están ya colocados en la estantería. Me acerco a ellos y pienso en cuáles voy a recomendar para este nuevo periódico que acaba de empezar su recorrido, valientemente, en Arcos de Jalón, dando voz a la comarca del río.

     Pienso en los distintos tipos de lectores que puede haber en la comarca y entonces elijo libros de estilos diferentes, novedades que han salido en este otoño, salvo un clásico, y que he leído en esta casa.

     Escojo, primero, Señora del mundo, de Juan Malpartida, una novela maravillosamente escrita y que recomendaría sin duda a los lectores más solitarios, a los filósofos, a los que se entretienen preguntándose por el sentido de la vida, y a los que les gusta  indagar sobre el enigma del mundo.

     En segundo lugar, una novela totalmente diferente, perfecta para los lectores que disfrutan con las aventuras y con la Historia. La leyenda de la peregrina, de Carmen Posadas, sintetiza la fascinante vida de un personaje singular: una perla, desde que fue pescada en el Caribe hasta que acabó en la boca del perro de Lyz Taylor, tras pasar por las gargantas y abalorios de multitud de reyes y reinas de España y de Francia. Carmen Posadas consigue, a través de una multitud de voces y estilos, trasladarnos por el tiempo y por los secretos de grandes personajes de la Historia, que nos parece conocer por primera vez.

     Otra narradora española, Rosa Ribas, ha escrito el tercer libro que tomo de la estantería y que, sin duda, sorprenderá a los amantes de novela policiaca: Un asunto demasiado familiar, singular novela de detectives que, nos presenta, con un estilo preciso y cuidado la vida de una familia que se dedica por completo al oficio de la investigación privada en la Barcelona de hoy, resolviendo misterios del vecindario hasta que se ven obligados a trabajar en el caso más difícil y más doloroso de aclarar: la historia de la propia familia.

     Hace un par de días, Joan Margarit recibió en Barcelona el premio Cervantes, de manos del rey, en un acto casi casero, obligado por la pandemia, y extraño para los fastos habituales de la corte. Sin embargo, su sencillez emparenta de alguna manera con la propia poesía de Joan Margarit, tan poco rimbombante como  reflexiva, sintética y cercana. Recomiendo la antología Detrás de las palabras, recién publicadacon una estupenda selección de 50 poemas comentados, a modo de homenaje, por algunos de los poetas, críticos y escritores más prestigiosos de nuestro país. Es perfecta tanto para quienes quieran acercarse por primera vez a Joan Margarit como para aquellos que quieran profundizar en su obra.

     Finalmente, el clásico. Acogido y acogedor en la estantería. Se trata de una edición de las Novelas Completas de Galdós, que compré en el Rastro de Madrid hace unos meses, para seguir celebrando, privadamente, el centenario de la muerte de su autor. Qué gran maestro. Ya en Somaén, empecé por la última novela del segundo tomo, Misericordia. Enseguida, me llevó de vuelta a Madrid, al barrio donde había comprado el libro, y a la historia asombrosa de Nina, que mendigaba por amor a los demás, y que me tuvo atrapado frente a la chimenea en las horas mejores del otoño.

     Con ella me despido hasta el mes que viene. Es momento de preparar la fiesta de esta noche. De felicitar a los amigos y a los familiares. Y también a vosotros, lectores y lectoras de la comarca del Jalón. Feliz navidad. Pero, ¿sabéis una cosa? Habrá un momento, entre celebración y celebración, en que volveré a asomarme al río. La quietud de su corriente, sí, sabe leer. En nosotros. 

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