Se apaga el foco de Cetina que empezó en Navidad y se ilumina, después de San Blas, el de Ateca. Vamos de fiesta en fiesta y tiro porque me toca. Ha sido Jueves Lardero y Carnaval, cruzaremos los dedos en todas las zonas. Salvemos ahora la Semana Santa, a ver si de esta, no contamos con los dedos de una mano el número de olas. A este paso nos ahogamos... Mientras tanto, des-escalamos como si hubiéramos subido a alguna roca. ¿No tenéis la sensación de que parece que nada importa? Nos hemos acostumbrado a ver UCIs repletas, enfermeras 'rotas', cifras de contagios, incidencias y muertes... de otras personas. Porque cuando te toca es cuando eres consciente. Mientras tanto, sigamos de oca en oca.
El Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia ha dado en El Alto Jalón para cinco de entrevistas. Hemos tenido una pequeña representación de las mujeres investigadoras y de ciencias de nuestra comarca. Esto ha puesto de manifiesto, no sólo que todavía queda mucho trabajo por hacer, sino que en nuestra zona tenemos muchísimas científicas e investigadoras. Hemos descubierto solamente unas pocas. Adquiero desde aquí el compromiso de presentarlas a todas. Y también de usar más y mejor el lenguaje inclusivo como humilde aporte a la causa.
Resulta llamativo y tengo que contarlo. Esta semana he tenido reclamaciones por ambos lados en este sentido. Un hombre de Ariza, de poco más de treinta años me dijo el viernes: -"Fran, macho, tienes que usar más lenguaje inclusivo en tu periódico"-. Tiene razón, si usamos el masculino como plural, resta visibilidad al mundo femenino. Ojalá pudiéramos usar el plural sin miedo a no recorrer el camino que nos lleve a la igualdad, pero lo cierto es que todo gesto es positivo. Acostumbrémonos a ello y a que toda persona que aquí escribe, use el sustantivo 'miembra', que aunque la R.A.E. lo ha documentado, no lo recomienda. Quizá tenga algo que ver la circunstancia de haber tenido en su historia casi quinientos miembros y tan sólo once miembras. Y esto es lo que me reprochaba una mujer de cincuenta años, ayer por la mañana: -"Eso de miembra suena muy mal, Fran"-. A ambos les agradezco la crítica constructiva y por eso reflexiono y aprendo. Espero que todos sigáis haciéndolo.
Encaramos la semana y sólo pienso en nosotros. La visita a Avenales ha escrito este editorial en mi cabeza mientras me quitaba las botas. La pandemia nos tiene estancados pero debemos movernos. Esto pasará y no nos tiene que pillar oxidados. Hay oportunidades para quien ahora esté alerta y cuando esto acabe esté preparado. No es fácil, desde luego, pero entre todos y todas podemos moverlas. Tenemos un tesoro, nuestra tierra. No la explotamos, no sé si por miedo o por vergüenza, o porque nos han convencido de que no vale la pena. Pero lo cierto es que si buscas sumar, si lo intentas, si te esfuerzas, aquí todo el mundo te ayuda a conseguir las metas. Mirémonos a los ojos, o nos unimos o falta muy poco para que no podamos vivir de nada. Avenales estaba vivo en los años 40 y en sólo treinta años se tapió la última puerta. Sumémonos a la venta online, al turismo de naturaleza, a los productos naturales de la huerta, a elaboraciones artesanales... al mundo rural y lo que representa. Tenemos ejemplos de gente que ya está haciéndolo.
Convirtámonos en productores y emprendedores. No podemos quejarnos más de que no hay empleo si no somos capaces de coger nuestro entorno y crearlo nosotros. No esperemos que llamen a nuestra puerta grandes empresas como si esperásemos un Plan Marshall. Para eso están los fondos europeos. Tenemos en la comarca una experta en conseguir financiación de la Unión Europea para estas cosas. Hay posibilidades para generar turismo trufícola y micológico, ornitológico, de aventura, gastronómico... y tenemos un gran patrimonio histórico con yacimientos desde el paleolítico hasta la actualidad, no se puede pedir más. Bueno sí, hacerlo sostenible. En otras partes con mucho menos viven de ello unos pocos. Eso está ahí para todos. Sólo hay que tener ganas de usarlo. Que sí, que sí, que la pandemia y el turismo estando confinados... ya se acabará y otros habrán dado pasos. En esto, como con el covid, sigamos de oca en oca... esperando una bicoca.
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