MUNDO RURAL: PERMEABILIZAR

Nos debatimos entre el pesimismo amarillo y la utopía. La despoblación del mundo rural o más bien la macrourbanización de la sociedad es un fenómeno global causa de la revolución industrial. En España es más sangrante por el hecho de que al estar más atrasada la presión sobre el campo fue mayor, el desarrollismo se hizo utilizando lo rural como una colonia extractiva: empezando por la mano de obra barata, siguiendo por despojar a los pueblos de las pequeñas industrias para trasladarlas a los polos de desarrollo y finalmente utilizándolos como proveedores de materias primas y energía a precio de ganga.

Hoy estamos en el mismo caso: se prometen inversiones millonarias que van a ser puramente extractivas, no van a dejar puestos de trabajo, van a incidir negativamente en el medio y las promesas de mejora acaban siendo humo. Seguimos viendo lo rural como una colonia que abastece gratuitamente a la metrópolis y encima le acusamos de que sale muy cara de mantener. Imaginemos que mañana esa colonia se independiza ¿Cuál sería el precio que tendría que pagar el mundo urbano por todos los servicios que recibe? Astronómico, totalmente inviable.

“Nadie quiere irse al campo”, porque casi nadie quiere ser héroe de forma voluntaria: Irse al pueblo hoy es ingresar en una comunidad cerrada en que eres sospechoso de casi todo, conseguir una casa será una odisea, montar un negocio una condena de por vida ya que difícilmente lo podrás traspasar, las exigencias burocráticas y los impuestos tan altos, o más, que en la ciudad y los servicios inexistentes. Es difícil irse al pueblo y más difícil salir, si no es arruinado. La solución pasa por permeabilizar lo rural; la vieja utopía de nacer, vivir y morir en el mismo palmo de tierra está obsoleta, en la vida hay momentos para el campo y para la ciudad: a los veinte años todo el mundo tiene derecho a ponerse el mundo por montera y más adelante, quizás, buscar el bucolismo del campo…y arrepentirse para volver al marasmo ciudadano. Hay que ponerlo fácil: casas de alquiler habitables, ajustar las normativas al mundo rural, fiscalidad diferenciada y servicios imprescindibles…a y otra cosa: dejar de mirar a los que vienen como forasteros, vienen a ser vecinos.