EL DECATHLON-CETINA 1988.

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Para los estadounidenses, el garaje es el lugar natural donde nacen las buenas ideas. Es ahí donde vieron la luz empresas como Google, Amazon, Apple, Disney, Nike, por citar algunos ejemplos. En éste nuestro país, las ideas surgen en los bares y cafés, en un ambiente relajado y cercano. Como decía Valle Inclán, refiriéndose a un café de Madrid: "El café de Levante ha ejercido más influencia en la literatura y el arte contemporáneo que dos o tres universidades". Y la prueba de que nuestro famoso escritor llevaba razón, la tenemos en la siguiente historia.

A primeros de agosto de 1988, había cuatro matrimonios en la pista de baile de Cetina tomando algo, y fue allí, entre tertulia y café, donde surgió uno de los grandes hitos deportivos del Alto Jalón, el Decathlon de Cetina. Así lo recuerda Ángel López Marco, uno de los fundadores y alma del torneo deportivo.

Ángel estaba de vacaciones y los demás tertulianos tenían que regresar a Zaragoza. Así que ni corto ni perezoso, se fue a ver al alcalde para exponer la idea de celebrar un torneo deportivo. Con el beneplácito de la corporación, 10.000 pesetas, unas medallas que tenía el alcalde, un garrafón de vino y un jamón, que mediante rifa se convertirían en efectivo, pusieron en marcha el torneo, tal como lo recuerda Ángel.

La prueba se celebra la primera quincena de agosto y en esas fechas Cetina se quedaba vacío al coincidir con las fiestas de Alhama. Había que hacer algo para dar vida al pueblo. El recuerdo de un trágico accidente automovilístico, en el que se vieron implicados varios jóvenes de la localidad, llevaron a dar el paso definitivo.

Durante estos 32 años, casi 700 chavales han disfrutado de este torneo compuesto por diez pruebas deportivas, divididas en dos categorías, de ahí lo de “DECATHLON”. Se han repartido 2.882 medallas y 2.251 trofeos, y se han celebrado 36.801 partidas y juegos. El participante más asiduo ha sido Javier Díaz Marco con 114 ocasiones en un plazo de 12 años, tan solo dejó de participar en 6. No hay dato que se escape en el cuidado archivo de nuestro protagonista. De los fundadores iniciales, Ángel es el único que ha permanecido al pie del cañón durante todos esos años, llevando el peso de la organización con mucho trabajo, pero sobre todo con mucho amor al pueblo que le vio nacer, hace más de siete décadas, en la cetinera calle Arrabal.

Y llegó el tiempo del agradecimiento al trabajo realizado. Así que la corporación municipal tuvo la feliz idea de dedicarle una placa. Idea que se materializó, como no podía ser de otra manera, en un bar. Esos sitios donde se fraguan las buenas ideas. Allí estaba nuestro protagonista, en el bar La Luna, donde el alcalde y un concejal le trasmitieron la noticia que recibió con entusiasmo, pero con una condición. En la placa tenía que aparecer la palabra “esquilador”, un pequeño pero sentido homenaje a su padre Antonio, que además de esquilador, también fue mozo de agujas en la estación de Cetina. En dicha estación, Antonio dejó su impronta, plantando un almendro que hoy recibe al viajero al pisar el andén.

El 10 de mayo de 2009, se colocaba la placa en el polideportivo: "El ayuntamiento a D. Ángel López Marco (el esquilador). Fundador del Decathlon Villa de Cetina". Día en que Ángel rodeado por familia y amigos y vio recompensado su esfuerzo de tantos años. En 2020 “colgó las botas”, para dar paso a una nueva generación que siga sus pasos.

Don Antonio, el auténtico esquilador, se nos fue en 2002, viviendo el Decatlhon en primera persona, pero desconociendo que su hijo le guardaba una última sorpresa. Cumpliendo el deseo de Ángel, en la placa aparece “el esquilador”, el de verdad, Antonio, su padre. Padre e hijo inmortalizados para el recuerdo de todos los cetineros.

No cabe duda de que el Decatlhon ha dinamizado la vida del pueblo y ha contribuido a una marca de identidad, posiblemente única en los pueblos del Alto Jalón.


Placa cetina


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