SIN FRÍO, NI VERBENA, PERO CON TODA LA ESENCIA DEL TORO JUBILO

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La semana pasada nos poníamos las botas de relax en el Balneario Sicilia de Jaraba. Pasamos un fin de semana disfrutando de su piscina termal incrustada en la montaña, de los tratamientos, y del entorno natural que te ofrece esta localidad de la vertiente zaragozana del Alto Jalón. Visita obligada que debería ser parada para todo el mundo al menos una vez al año, que nos cargó las pilas para afrontar la última parte del 2021 y seguir poniéndonos las botas cada fin de semana.

Como no podía ser de otra manera por ser también visita obligada cada año en el Alto Jalón, nos vamos este fin de semana a la vertiente soriana. Será esta la tercera ocasión en poco más de un mes que visitamos Medinaceli. Esta vez, una tradición ancestral nos atrae hasta esta Villa que es uno de Los Pueblos más Bonitos de España. Hoy #MePongoLasBotas en el Toro Jubilo, el toro de fuego más antiguo del mundo, que ha vuelto a celebrarse tras un año de ausencia a causa de la pandemia.


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Nos sorprende comprobar el fuerte dispositivo policial desplegado en Medinaceli. Antes de comenzar a subir por la carretera que une la Estación con la Villa, ya nos paran una vez y nos dicen "ponga usted la boquilla". Del control de alcoholemia no nos salva ni la mascarilla de El Alto Jalón, pero el partido acaba de comenzar y sale 0,0 en el marcador. Al llegar arriba, a los pies del imponente Arco Romano, otra vez la Guardia Civil nos echa el alto. "Seguridad ciudadana", y a bajarse del coche a explicar que estamos trabajando mientras nos pasan revista. ¿Habrán podido confundirnos con animalistas?


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Una vez aparcados y llegados al control de accesos, más agentes armados. Entre el humo de las hogueras, el ambiente de la Plaza Mayor cercada con barreras, y tanto Guardia Civil circulando, por un momento hemos pensado que veníamos a la guerra. Quizá nos ha llamado tanto la atención su presencia por el menor número de gente que había a diferencia de otros años. Un cuarto o una tercera parte de lo que suele congregar el Toro Jubilo, pasando mucho menos frío que en otras ocasiones, han asistido este sábado noche al toro embolado de Medinaceli. 


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Lo demás sí ha sido como siempre. Los mozos tirando de la soga, atando al toro al palo y echándolo al suelo para fijarle a la cabeza las gamellas con las bolas para después, embadurnarlo bien de un barro gracias al que el animal no se quema. Entonces, un mozo con la antorcha que se acerca a la falsa cornamenta, prende las bolas de pez mientras otros dos golpean cada uno una de las bolas con un palo, para avivar el fuego y que su duración sea óptima.


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Y entonces, llega el momento de cortar la soga. Un mozo valiente que se acerca a centímetros del toro, sintiendo el calor del fuego y el aliento del astado soplándole casi en la frente, corta con un chuchillo la soga que fija al animal al palo, comenzando así el encierro.





Empiezan las carreras de los mozos, que citan al toro llameante que embiste con decisión. Algún resbalón, algún suspiro en la grada, un par de recortes de mérito y, poco a poco, se apaga la cornamenta de fuego. Uno que salta la valla ante la proximidad del astado, y al poner el pie se resbala y se cae a mi lado. Otro que torea con la chaqueta y la acaba chamuscando. Un tercero que, valiente, corre hacia el toro de frente, y se cruza hacia otro lado en el último momento, evitando al astado con un tremendo requiebro. Aplausos en la grada, la banda en el balcón de La Alhóndiga inspirada, el "meneito" en el cuerpo que se te mete dentro... En ese preciso momento, a uno le ha pasado por la cabeza que, hace tan solo un año, pensar en volver a vivir esto parecía una quimera. Casi se me ha olvidado que después del toro no había verbena en la Empresa.





La semana que viene volveremos a ponernos las botas para visitar lo más singular del Alto Jalón. Cada domingo nos paseamos por la comarca para enseñarnos nuestra tradición, nuestra historia, nuestra naturaleza, nuestra cultura, nuestros pueblos... ¿dónde iremos la semana que viene? Te espero, ¿vienes?.


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