La última noche de las fiestas de San Roque en Alhama de Aragón transcurrió en calma gracias a la presencia constante de patrullas de la Guardia Civil, que permanecieron en el municipio durante toda la madrugada y evitaron que los encapuchados volvieran a aparecer. Tras varios días de tensión por los lanzamientos ilegales de correpiés, los vecinos pudieron despedir las fiestas sin nuevos sobresaltos.
La situación había alcanzado su punto más crítico en la madrugada del sábado, cuando según testigos presenciales, los vándalos prendieron fuego a una caja con 600 correpiés, provocando un estallido masivo que dejó cuatro coches dañados por quemaduras, nuevas manchas en fachadas y en la vía pública. Además, una vecina de la Avenida de Aragón, de avanzada edad, sufrió una caída al intentar cerrar las ventanas de su casa para evitar que los artefactos entraran en la vivienda; resultó con una luxación de hombro y tuvo que ser hospitalizada.
Ese mismo sábado por la noche, el 112 activó a bomberos, Protección Civil y Guardia Civil por un conato de incendio en la zona de La Serratilla, un monte cercano al casco urbano, y aunque la causa está pendiente de confirmación, vecinos de la zona denuncian el constante lanzamiento de pirotécnia por parte de menores durante todas las fiestas. Todo ello en un contexto especialmente preocupante: Aragón se encuentra en Alerta Rojo-Plus por riesgo extremo de incendios, lo que prohíbe expresamente cualquier uso de pirotecnia. De hecho, ayer domingo fueron suspendidos los fuegos de fin de fiestas por este mismo motivo.
Los incidentes se enmarcan en la polémica generada tras la suspensión del Toro de Fuego de adultos, decretada por el Ayuntamiento al no poder garantizar la seguridad frente al uso clandestino de correpiés. La decisión, que la alcaldesa Pilar Marco defendió como “la única posible para proteger a vecinos y visitantes”, no frenó a los grupos que, encapuchados, han venido lanzando cajas enteras de correpiés cada madrugada.
“Hemos valorado hasta suspender las fiestas, porque esto no es de recibo”, señaló Marco tras los graves sucesos del sábado. Y añadió: “Es una vergüenza que, con todas las cosas que hay que atender, tengamos que estar pendientes de estos comportamientos”.
Los hechos han sido denunciados a la Guardia Civil tanto por el Ayuntamiento como por los afectados, y se están llevando a cabo investigaciones para identificar a los responsables. La alcaldesa ha reclamado públicamente que se “desenmascare a los autores”, señalando que en el pueblo “todos saben quiénes son”, aunque hasta el momento nadie se ha atrevido a señalar directamente a los responsables.
En paralelo, el grupo Amigos del Toro de Fuego hizo público ayer un comunicado en el que se desvinculan de los actos vandálicos, subrayando que su protesta “siempre ha sido pacífica y respetuosa”, y recordando que utilizan camisetas, silbatos y cánticos como forma de reivindicación. “No comprendemos el interés de algunos en vincularnos con estos hechos, totalmente ajenos a nosotros. Confiamos en que se identifique a los responsables”, señalan, al tiempo que insisten en que continuarán reclamando la recuperación del tradicional festejo.
A lo largo de estos días, este medio ha recibido numerosos mensajes de vecinos que denuncian lo ocurrido y apuntan directamente a los responsables. Uno de ellos resume el sentir general de todas las quejas que se han recibido estos días:
“Soy uno de los cientos del pueblo que sabemos quién es el responsable de estos actos vandálicos. Lo único que han conseguido es cortar una tradición popular como es el Toro de Fuego, que yo recuerdo desde niño. También antes se tiraban correpiés, pero no de esta forma. Aquí hay una peña que lo hace cada año y un cabecilla que se cree el más listo, pero lo único que demuestra es lo irresponsable que es. Por culpa de este tío, el pueblo y la gente de fuera no podemos disfrutar del toro que a todos nos gusta. La alcaldesa actúa como debe, porque si sacara el toro incitaría a esta pandilla a soltar cajas y cajas de correpiés. Cuando lo hacen van encapuchados, pero cuando los esconden en los contenedores se quitan la capucha. Espero que los identifiquen y que en San Roque 2026 podamos disfrutar de nuevo del toro de fuego de Alhama de Aragón”.
Con el refuerzo policial de la última noche, las fiestas pudieron terminar sin sobresaltos y este lunes los mensajes de los vecinos eran de agradecimiento a las fuerzas del orden por su presencia, y también de críticas por no haber tenido una vigilancia así los días previos, lo que hubiera evitado la situación. "Estaban avisados de que esto iba a pasar y hasta que no ha ocurrido algo gordo, no han puesto medios, pero al menos ayer pudimos terminar las fiestas tranquilos", se quejaba uno de los vecinos de la Avenida de Aragón esta mañana.
Los graves incidentes de este año dejan un profundo malestar en Alhama de Aragón. La investigación continúa abierta y la incógnita ahora es si en San Roque 2026 será posible recuperar el Toro de Fuego con normalidad o si, como temen algunos, la fiesta quedará irremediablemente marcada por la violencia de este verano. Desde Amigos del Toro de Fuego se pide valorar opciones durante el próximo año y que se escuchen sus propuestas para garantizar la seguridad del festejo tradicional, mientras otros sectores ven lo ocurrido estas fiestas como una demostración de que la tradición es inviable mientras los vádalos sigan campando a sus anchas.
JALON
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