DE TORRES SIMILARES, MORISCOS Y DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO

|

INTRODUCCIÓN

Fran Álvarez


La semana pasada nos pusimos las botas en Medinaceli, para visitar una de las tradiciones más primitivas del Alto Jalón, el Toro Jubilo. El rito del astado y el fuego nos hizo viajar al pasado en la noche de la villa del cielo y el humo de las hogueras, el olor a pez y la Plaza Mayor cercada nos trasladó a través de los sentidos a las creencias de nuestros ancestros. 

Esta semana, a menos de siete días para la celebración de nuestro Primer Aniversario, nos cuesta más trabajo que nunca mirar hacia el pasado si no es para otra cosa que no sea utilizarlo como palanca de desarrollo. Queremos resaltar el próximo sábado con el evento que preparamos las posibilidades que ofrece nuestro patrimonio y lo que hacemos, y podemos hacer, para utilizarlo. Como no podía ser de otro modo, hoy #MePongoLasBotas para reclamar que hay que conservarlo. Y lo hacemos con un nuevo "compañero de viaje", Jorge Antón Bendicho. Él va a ser quien nos lleve a su pueblo, Alhama de Aragón, y nos hable de la destrucción del patrimonio que debemos evitar.


DE TORRES SIMILARES, MORISCOS Y DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO

Jorge Antón Bendicho


Siempre me ha llamado la atención un aspecto particular de la iglesia de Alhama, tanto el edificio como su ubicación son relativamente modernos ...y hay que decir relativamente porque una construcción con casi 400 años de Historia no puede ser calificada de moderna sin más. Sin embargo, no es lo más habitual que en el siglo XVII se sustituya la iglesia principal del pueblo por un templo de nueva construcción, que, además, se ubicaría más bien hacia las afueras de la localidad. Así, la antigua iglesia de San Miguel pasó a convertirse en ermita y acabó, por desgracia, despareciendo algún tiempo después, mientras que la actual iglesia de la Natividad de Nuestra Señora asumía el papel de parroquia del pueblo.


258216626 578677193407343 6476654657110076327 n

Iglesia de Alhama de Aragón


Cabe preguntarse entonces si la planificación de la "nueva" iglesia de Alhama recibió algún tipo de influencia de otros edificios religiosos de la zona. Revisando el libro Torres de ascendencia islámica en las comarcas de Calatayud y Daroca de Agustín Sanmiguel Mateo (2007) en la página 463 no se puede sino llegar a la conclusión de que su diseño, y muy en especial el de la torre, se basaría en el de la antigua iglesia de Bubierca. La semejanza entre ambos campanarios es evidente de un simple vistazo. No obstante, hay una diferencia de suma importancia entre ellas: en la de Bubierca se aprecian perfectamente elementos decorativos de estilo mudéjar tanto en la torre, que, por otra parte, es mucho más espigada o esbelta, como en la fachada. La de Alhama, por su parte, carece de ellos. La explicación es sencilla. Si atendemos a las palabras de Agustín Sanmiguel, vemos que la construcción del viejo templo bubiercano data del s.XV y su campanario del s.XVI, es decir, es anterior a la expulsión de los moriscos del reino de Aragón, ocurrida en 1610. Por su parte, la construcción de la iglesia de Alhama se inició después de la misma, en 1626.


257758982 758287581794244 7088577346732857109 n

Antigua iglesia de Bubierca


Ciertamente da un poco de rabia pensar que, si la iglesia de Alhama se hubiese comenzado a levantar unas pocas décadas antes, ahora probablemente contaríamos en el municipio con un templo de ese estilo artístico tan característico de nuestra zona como es el mudéjar. O que probablemente el mismo resultado se hubiese dado si la expulsión de los moriscos se hubiese producido unos pocos años después o si directamente nunca hubiera tenido lugar. En alguna parte recuerdo haber leído que la torre la iglesia de Alhama presentaba rastros de mudéjar. El problema es que solo siendo muy generoso en la explicación se puede hablar indicios de una influencia mudéjar en el diseño arquitectónico del campanario, un débil eco de un arte aragonés único en el mundo que se vio condenado a la desaparición víctima de las decisiones políticas de la época.


257857623 610480576825658 7555131718630781577 n

Actual iglesia de Bubierca, como puede verse, todavía se conserva un contrafuerte de la iglesia antigua.



Pero más rabia todavía da lo de Bubierca. Allí hubo hasta 1966 una iglesia claramente mudéjar que, de seguir en pie, saldría en todas las guías o rutas que siguen este arte por nuestra región. Un edificio derruido para dar lugar a una nueva construcción aséptica, sin personalidad ni encanto o valor histórico-artístico alguno. Quiero pensar que hoy en día no se llevaría a cabo una acción semejante, sino que se procuraría restaurar y asegurar la pervivencia del edificio, quiero pensarlo, pero todos recordamos igualmente el derribo de la capilla de Termas Pallarés, dedicada a la Virgen del Pilar y de estilo neogótico, en el año 2003.


257590329 1062105897938774 4800302768944441839 n

Capilla de Termas Pallarés derribada en 2003.


Sirva entonces este breve artículo, no solo para poner de relieve la evidente influencia que el estilo de la iglesia de Bubierca ejerció en la construcción de la de Alhama, aunque sin la decoración mudéjar que le hubiera conferido un interés considerablemente mayor, sino también como una advertencia para la preservación de nuestro patrimonio cultural y nuestra Historia. En apenas unas pocas líneas se ha hecho mención a tres templos que ya no existen hoy en día: la iglesia de San Miguel en Alhama, la iglesia histórica de Bubierca y la capilla de Termas. Tres edificios que se encuentran a lo largo de apenas 7 u 8 km de la antigua Nacional II y del incluso más antiguo Camino Real. Desconozco exactamente cuándo desapareció la iglesia de San Miguel, aunque en los archivos parroquiales de Alhama consta su uso como ermita hasta, al menos, finales del s. XVIII. Se puede llegar a entender su pérdida aludiendo a la menor sensibilidad cultural de la población de la época. Más difícil es, en cambio, disculpar los otros dos casos, el de la iglesia de Bubierca en los años 60 del pasado siglo y el de la Capilla de Termas ya en el s.XXI. Por favor, pongamos en valor la riqueza cultural de la que disponemos, pues solo de esta forma la comprenderemos, amaremos y seremos capaces de preservarla.

Comentarios