Creo que no debo opinar sobre las causas del conflicto abierto en entre el Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías y la Asociación Armazón pues son los vecinos quienes han de decidir si tener granjas de cría de cerdos en las proximidades es o no conveniente para el pueblo, siempre de acuerdo con la normativa medioambiental. Pero, en calidad de crítica de arte con décadas de experiencia, sí puedo dar mi parecer, como me solicita El Alto Jalón, sobre las iniciativas artísticas de Margarita Asuar.
Llamó mi atención cuando apareció como comisaria de una exposición sobre los objetivos de la Agenda 2030 que se montó en IFEMA con motivo de la Cumbre del Clima celebrada en Madrid en diciembre de 2019: gracias a su intervención, dimos una imagen lamentable del arte español a las delegaciones internacionales. Parecía del todo incomprensible que para un evento tan importante se eligiera un proyecto expositivo de tan bajo nivel. Pero ya sabrán ustedes que Asuar está casada con un peso pesado en el PSOE, Manuel Escudero: redactó el proyecto político de Pedro Sánchez en las primarias de 2017 y fue a continuación incorporado a la ejecutiva socialista, en la que se ocupó de los asuntos económicos hasta que fue nombrado embajador de España ante la OCDE.
Hábilmente, ella crea organizaciones que usa para dar apariencia de prestigio sus iniciativas: la Asociación Armazón, la RedNaranja de Turismo Artístico –que engloba exclusivamente, que yo sepa, sus programas en Moteagudo e Íscar–, la Fundación AAma… Y, seguramente de manera sincera, aunque muy ingenua, pretende estar haciendo algo con consecuencias y así lo manifiesta: “se puede decir que somos humanistas que con el arte intentamos construir un mundo mejor”.
Creo que la colaboración público-privado ha de establecerse con las máximas garantías, la máxima transparencia y una evaluación rigurosa. Es inútil ceder infraestructuras públicas, como el castillo o la sala de exposiciones del Ayuntamiento, a alguien sin trayectoria y sin vínculos con el medio artístico de primer nivel. No lamenten que Margarita Asuar abandone Monteagudo de las Vicarías. Empiecen de nuevo con gestores culturales experimentados capaces de planificar de manera inteligente las actuaciones y con los medios económicos necesarios para lograr un impacto real. Si quieren referencias, fíjense en Collegium, el nuevo centro de arte en Arévalo. Busquen “socios” más solventes.
Aquel verano, Zaino había descubierto que con Aline se sentía diferente que con las demás niñas. ¿Se estaría haciendo tan mayor como para tener novia? –se preguntaba mientras ya salía de casa, con su jersey granate de ochos tejido por su madre el invierno pasado. (leer más)
JALON
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