SE VEÍA VENIR

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Agricultores alhama


Por fin el campo ha explotado, era de esperar. La política agrícola europea lleva años con una derrota bipolar: Después de varias generaciones de enseñar al agricultor los beneficios de la producción intensiva- desde la” revolución verde “de los años de posguerra- se han dado cuenta de que esos procesos nos dejan en inferioridad de condiciones con respecto a otros continentes con muchos más recursos naturales. Solución: ecoagricultura y volver al producto exclusivo y de alto valor. 


Hacer esto a golpe de legislación es una locura, se necesitaron años de inversiones y aprendizaje para llegar al punto de intensificación en que estamos, pensar que se puede dar la vuelta de la noche a la mañana por medio de boletines oficiales es como mandar llover. Y además hacerlo a la vez que se utilizan los productos agrícolas como moneda de cambio en los tratados internacionales, favoreciendo a las grandes corporaciones que imponen sus semillas y sus productos y dejando hacer a los distribuidores de alimentos es el colmo de la contradicción. No me meto con la ganadería por no asustar.


Los tractores no aguantan la presión y tienen el potencial suficiente para la generación de graves crisis. Y lo que es peor, son campo abonado para mensajes antieuropeistas y negacionistas que ya sabemos adónde van. Quizás la solución no esté en forzar y prohibir sino más bien en reforzar y premiar a aquellos que hacen un esfuerzo por la calidad y la sostenibilidad.

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