FELISA GARCÍA, NIETA DEL CONCEJAL DE IRUECHA EXHUMADO EN ADRADAS: "HEMOS CERRADO UNA HERIDA. NO GUARDAMOS RENCOR"

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@fotografía de Recuerdo y Dignidad


Tras cinco años de intensa investigación, varias excavaciones desesperanzadoras, y una espera de toda una vida por parte de los familiares, la asociación Recuerdo y Dignidad ha completado esta mañana los trabajos de exhumación de los cuatro cuerpos de los vecinos del Alto Jalón asesinados en 1936 en el camino de Alcubilla de Adradas. 


Los restos de Estanislao Gil Guerrero, maestro de Aguaviva de la Vega; Juan García Gutiérrez, concejal de Iruecha; el hijo de Ángel Sanz Sanz y de Aurora Fortea, sillero de Arcos de Jalón, y un médico de la misma localidad arcobrigense, aún por identificar, han sido levantados y trasladados al laboratorio para su análisis de ADN ante la presencia de familiares y en medio de un "silencio sepulcral y sobrecogedor", tal y como ha comentado Iván Aparicio, presidente de Recuerdo y Dignidad.


Una de las familiares de las víctimas, Felisa García, nieta del concejal de Iruecha, ha expresado su alivio y esperanza ante este paso crucial en la búsqueda de justicia y verdad. En una entrevista para Alto Jalón Radio dese la fosa de Adradas, Felisa ha compartido un conmovedor testimonio sobre su abuelo, recordando su bondad y el trágico final que tuvo. Según relata, Juan García Gutiérrez fue asesinado por negarse a huir, a pesar de haber sido avisado por la Guardia Civil de Santa María de Huerta, al saberse inocente de cualquier cargo. Juan García decidió declarar ante sus perseguidores, recibiendo por ello dos disparos en el camino hacia su destino. "Su delito fue dejarle dinero a todo el mundo para pagar las contribuciones, por eso le denunciaron", explica la nieta.


La historia de la familia de Felisa refleja el dolor y el sufrimiento que muchas familias del Alto Jalón experimentaron durante aquellos años oscuros de la Guerra Civil española. Su padre, hijo del concejal asesinado, luchó inicialmente en el bando nacional, pero al enterarse de la verdad sobre la muerte de su padre, se unió a las filas republicanas. Esto resultó en años de persecución y señalamiento para su familia, marcados por la estigmatización y el sufrimiento.


Sin embargo, la exhumación de los restos de los seres queridos asesinados hace casi un siglo representa un paso crucial hacia la justicia histórica y el cierre emocional para las familias afectadas. Felisa García enfatizó que este proceso no reabre viejas heridas, sino que ofrece la oportunidad de finalmente cerrar las suyas y honrar la memoria de aquellos que perdieron la vida en circunstancias injustas. "Por fin podemos cerrar una herida abierta y poner punto final a este episodio. No guardamos rencor a nadie", ha destacado Felisa.


Escucha aquí el testimonio completo de Iván Aparicio y Felisa García en Alto Jalón Radio



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