Este Jueves Santo, la emblemática Villa de Medinaceli aguardaba con expectación uno de los momentos más significativos de su Semana Santa: la solemne procesión con todos los Pasos de la Pasión del Señor. Sin embargo, las inclemencias meteorológicas alteraron los planes de los devotos y cofrades que esperaban recorrer las calles empedradas de esta pintoresca localidad.
Los cofrades de la Vera-Cruz, junto con la cofradía del Santo Entierro y la recién creada Piedad, se vieron obligados a adaptarse a las condiciones climáticas adversas. La amenazante lluvia impidió el tradicional desfile procesional por las calles, donde las valiosas tallas, a las que se quiso proteger del agua, suelen capturar la atención de vecinos y visitantes.
Ante este obstáculo, la histórica Colegiata de Santa María se convirtió en el improvisado escenario para la procesión, acogiendo a un nutrido grupo de fieles y curiosos que se congregaron para presenciar el fervor religioso a pesar de las adversidades del clima.
Aunque las calles empedradas de Medinaceli no vibraron con el paso de la procesión, el espíritu de devoción y comunidad se mantuvo intacto en el corazón de todos los presentes. La lluvia no pudo detener la celebración de una de las tradiciones de la Semana Santa más arraigadas en esta histórica Villa.
A pesar de las circunstancias, la jornada no perdió su esencia, y tanto vecinos como visitantes encontraron en la Colegiata un refugio para compartir la devoción y la espiritualidad propias de estas fechas tan señaladas.
FotoGalería: Luis de Pazos
JALON
NOTICIAS.ES
Comentarios