LA LAGUNA DE JUDES COMIENZA A AFLORAR

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Laguna de judes


La Laguna de Judes está comenzando a aflorar. Según las fotografías que nos envían desde Judes, el agua está comenzando a subir y los vecinos miran con esperanza el suelo para que termine consolidando y poder disfrutar de este espectáculo natural despúes de tres años. 


En 2021 fue la última vez que vimos la laguna en su máximo esplendor, después de que aflorase en la primavera de 2020, después de una década sin hacerlo, y mantuviera agua durante más de un año alimentada por la Filomena del invierno de 2021. Tras el verano siguiente, se secó, y no ha vuelto a salir hasta ahora, tras las nieves y lluvias del pasado invierno, que parecen haber animado este fenómeno kárstico.


Las lagunas kársticas como la de Judes, así denominadas por su relación con el paisaje kárstico, son formaciones características que se encuentran en áreas donde el terreno es propenso a retener agua en el subsuelo. Este fenómeno se debe a la naturaleza porosa y soluble de la roca caliza, típica del karst, que permite la infiltración y almacenamiento del agua subterránea.


El origen de estas lagunas se remonta a millones de años atrás, cuando sedimentos orgánicos e inorgánicos se acumularon en el lecho marino. Con el paso del tiempo y procesos geológicos complejos, estos sedimentos se compactaron y se elevaron a la superficie debido a la actividad tectónica. Como resultado, el karst siempre está asociado con restos fósiles marinos, testigos del pasado geológico del área.


La elevada capacidad de disolución de la roca caliza en contacto con el agua permite la formación de cavidades subterráneas como cuevas, grutas, simas y dolinas. Durante temporadas de fuertes precipitaciones, como nevadas y lluvias intensas, se produce lo que los geólogos llaman "recarga de acuíferos", donde el agua se almacena en el subsuelo. Cuando este agua subterránea emerge en la superficie, ya sea a través de manantiales naturales o surgencias, si se acumula en depresiones naturales, se forman las lagunas kársticas.


La Laguna de Judes, situada en una concavidad del terreno, es un ejemplo destacado del paisaje kárstico. Su singularidad radica en ser la mayor laguna de este tipo en toda la provincia de Soria. Constituida principalmente por materiales calcáreos del Jurásico inferior, esta laguna se forma a partir de la disolución de rocas calizas, típicas del paisaje kárstico. Su formación está relacionada con la capacidad de retener agua en el subsuelo, creando un ecosistema único.


El nivel freático en la Laguna de Judes varía según las estaciones y las condiciones climáticas. Su aumento progresivo puede afectar a otros manantiales de la zona, como el Pozo del Carpio, que suele manar antes que la laguna. Su afloramiento ha sido siempre una incógnita. A lo largo de la historia, la Laguna de Judes ha estado envuelta en mitos y leyendas. Se creía que las lluvias lejanas la llenaban a través de corrientes subterráneas, pero estudios recientes revelan que su agua proviene principalmente de la Sierra del Solorio.


A pesar de su importancia natural, la Laguna de Judes no ha sido ampliamente mencionada en crónicas antiguas. Algunas referencias la datan desde 1752, con descripciones de fincas agrícolas en sus alrededores. En 2001, fue incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de interés especial de la provincia de Soria. Aunque se han tomado medidas para preservarla, se necesita una gestión medioambiental adecuada para aprovechar su potencial turístico y económico.


El acceso a la Laguna de Judes puede hacerse en coche o a pie, siguiendo un camino que atraviesa campos de cereal. El sendero revela ruinas antiguas y ofrece una experiencia única para los visitantes que deseen descubrir este tesoro natural. La Laguna de Judes es mucho más que un cuerpo de agua; es un reflejo de la historia geológica y cultural del Alto Jalón, y un recordatorio de la importancia de preservar nuestros entornos naturales para las generaciones futuras.

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