Judes y Arcos de Jalón, han sido testigo de un espectáculo natural que nunca pasa desapercibido: la llegada de las cigüeñas. Estas majestuosas aves han sorprendido a los vecinos con su visita, dejando una estampa encantadora en torres, tejados y campos de ambas localidades, justo a tiempo para despedir el verano.
Es común ver a estas emblemáticas aves iniciar su migración otoñal en busca de climas más cálidos para pasar el invierno. Sin embargo, este año las cigüeñas han sido madrugadoras, pues ya a mediados de agosto pudimos verlas adornando Cabolafuente. Ahora, en fechas más habituales para su viaje, tanto Arcos como Judes se han convertido en su siguiente parada, donde han teñido el cielo de blanco y negro con su elegante presencia.
A lo largo de las últimas décadas, la migración de las cigüeñas blancas ha cambiado considerablemente. Si bien las jóvenes aún recorren miles de kilómetros hacia el Sahel, las cigüeñas adultas prefieren quedarse más cerca, invernando en España, donde encuentran abundante alimento en vertederos y arrozales. Este cambio en sus patrones migratorios se debe al impacto del cambio global, que ha modificado sus hábitos y hábitats.
Esta visita siempre es un motivo de alegría y un recordatorio de que la naturaleza sigue su curso, adaptándose a los cambios y ofreciendo espectáculos únicos. Mientras las cigüeñas continúan su viaje hacia el sur, los vecinos ya comienzan a contar los días para verlas regresar en febrero, fieles a su cita anual por San Blas.
JALON
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