Ayer, 5 de septiembre de 2024, se registró la crecida más intensa de la historia del complejo, con un caudal de 31,07 metros cúbicos por segundo, superando el récord de 1997, que fue de 28m³/s. El Parque-Jardín Histórico del Monasterio de Piedra permanecerá cerrado debido a los daños provocados por las importantes crecidas del río Piedra durante los últimos días. Este cierre temporal se realiza como medida cautelar mientras se evalúan los posibles daños y será el sábado y domingo 7 y 8 de septiembre, pudiendo alargarse, en función de los daños.
El desbordamiento del río ha causado daños significativos en infraestructuras locales y ha anegado áreas circundantes, lo que representa un riesgo para los visitantes. Adicionalmente a la credida récord de ayer, durante los últimos días, se han producido otras dos crecidas de importante consideración: el 2 de septiembre se alcanzaron 23,80 m³/s, y el 3 de septiembre, 25,48 m³/s. Actualmente el caudal ya se encuentra en descenso. Una vez estabilizado, se comenzarán los trabajos de recuperación del Parque-Jardín Histórico con el objetivo de subsanar todos los desperfectos producidos. Las labores incluirán la retirada de sedimentos, así como la reparación de muros, vallas y del mobiliario afectado por las riadas.
Monasterio de Piedra lamenta los inconvenientes que esta situación haya podido generar, pero su cierre temporal se realiza en previsión de garantizar la seguridad de los visitantes y el personal ante las condiciones climáticas adversas. Mientras el Parque Jardín Histórico permanece cerrado, tanto el Hotel & SPA Monasterio de Piedra, como la zona monumental, permanecen abiertas y operativas sin inconvenientes. Los visitantes con entradas adquiridas para las fechas de cierre podrán solicitar la devolción del importe o cambiar la fecha de su visita dentro del año 2024. Para ello, deberán ponerse en contacto con Monasterio de Piedra a través del email entradas@monasteriopiedra.com
Por otro lado, más allá de los posibles desperfectos y los inconvenientes del cierre, desde la dirección de Monasterio de Piedra han querido centrarse en los aspectos positivos destacando que "pese a lo delicado e inconveniente de la situación, a largo plazo, estas crecidas también aportan beneficios naturales significativos". Argumentan en Monasterio de Piedra que a pesar de los daños inmediatos en cultivos y otras infraestructuras, las riadas contribuyen a restablecer el equilibrio ecológico. "La vega del río se vuelve más fértil, la flora y fauna se enriquecen, la orografía y el paisaje kárstico se moldean y las reservas del acuífero natural que alimenta al río se regeneran, garantizando un caudal constante incluso en épocas de sequía", destacan.
JALON
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