Medio centenar de vecinos y vecinas han celebrado este viernes en Judes el día de su patrona, Santa Teresa. Como cada 15 de octubre, judeños y judeñas ha acudido a Misa en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y han disfrutado después de una comida en comunidad y de una sobremesa y tardeo musical que se ha prolongado hasta el anochecer.
La pedanía de Arcos de Jalón, que lleva más de un año teniendo protagonismo en los medios por sus problemas de conectividad tras enviar en septiembre de 2023 una carta al rey de Arabia Saudita cuando se convirtió en principal accionista de Telefónica, es hoy noticia por seguir manteniendo vivo el recuerdo de una tradición en la que antaño se soltaban los llamados Toros de Santa Teresa.
La leyenda cuenta que un ganadero transhumante se vio sorprendido por una tormenta de nieve en las proximidades de la laguna de Judes. Guiaba a sus reses bravas por la Sierra del Solorio cuando la nevada le sorprendió y le dejó a merced de los elementos. El pastor se encomendó entonces a Santa Teresa, momento en el que un vecino de Judes apareció y lo llevó al pueblo para guarecerle del frío y la nieve. En agradecimiento, regaló tres toros bravos al pueblo, dando lugar así a lo que fueron las fiestas de Judes.
Desde entonces, en las fiestas de Judes cada año se compraban tres toros. Algún figura del toreo y algún torero figura pasearon por allí sus suertes. La carne de aquellos morlacos se vendía entre sus habitantes para costear los festejos del año siguiente. La tradicción perduró en Juces hasta hace más bien poco en comparación con la leyenda.
Fue en 1973 cuando las fiestas patronales de Judes fueron trasladadas a agosto para procurar mayor afluencia de público tras la masiva despoblación de la localidad en los años 50 y 60. La suelta de toros o vaquillas, llamados los Toros de Santa Teresa, característica principal de estos festejos en su historia, desaparecieron en aquellos años, aunque hubo un intento de recuperarlas años después que no ha llegado finalmente hasta nuestros días.
En los últimos años que se hizo, el pueblo compraba una vaquilla para correrla y torearla durante tres días y se comía entre todos los veraneantes y los pocos residentes, hasta que el escote fue demasiado, o hasta que había demasiados cuernos para pocos asistentes. El caso es que Judes ha honrado un años más a su patrona en su fecha original, y lo pasaron ayer en grande con una comida popular y música hasta el anochecer con DJ Pher.
JALON
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