En Arcos de Jalón, en pleno corazón del Alto Jalón soriano, la Pastelería Ramiro, reconocida en ambas vertientes de nuestra comarca, se erige como un emblema de sabor y tradición. Este pequeño rincón repostero, con casi un siglo de historia y reconocido por distintivos como 'Tierra de Sabor', 'Artesanos de Castilla y León' y la Denominación de Origen 'Mantequilla de Soria', es mucho más que una simple pastelería. Aquí, cada dulce es una obra de artesanía que cuenta una historia transmitida de generación en generación, ofreciendo a sus clientes una experiencia única que celebra el arte de la pastelería artesanal.
A medida que se acercan las festividades de Todos los Santos, la espera se llena de emoción por los Huesitos de Santo, uno de los dulces más populares de la pastelería. Este manjar típico de estas fechas, aunque se elabora en toda España, adquiere en Pastelería Ramiro un toque especial gracias al esmero y la receta artesanal que, desde sus fundadores, el “tío Paco” y Ramiro, ha llegado intacta hasta Pili Aguilar y su esposo Ricardo, actuales gestores del negocio. “Aunque hay sabores más nuevos, aquí los favoritos siguen siendo los de crema, trufa y mantequilla soriana”, nos comenta Pili con una sonrisa, reflejo del aprecio de la clientela hacia estos sabores tradicionales.
En Pastelería Ramiro, la preparación de cada Huesito de Santo es un acto de dedicación. Desde la mezcla perfecta de ingredientes hasta el relleno de crema de yema y almendra, o la versión con mantequilla soriana o chocolate, cada paso se realiza con mimo. "Todo lo que utilizamos en nuestro obrador son ingredientes naturales y lo realizamos todo de forma artesanal", comparte Pili, quien explica que esta atención a la calidad y al sabor natural es el secreto que mantiene viva la esencia de sus productos.
En estos días de puente, el obrador se llena también de buñuelos rellenos que, junto a los huesitos, crean un festín de colores y sabores en el hermoso mostrador de la tienda ubicada en la Avenida de Zaragoza, número 3 de Arcos de Jalón. "Se los lleva la gente para disfrutarlos estos días en el pueblo con sus familiares o también para llevárselos a sus lugares de origen", explica Pili orgullosa por ver cómo su producto se ha convertido en una enseña de la zona.
Y es que los dulces de Pastelería Ramiro no son solo postres; son un vínculo con el pasado y la cultura de Arcos de Jalón. Cada bocado de uno de sus pasteles transporta a los comensales a tiempos en los que las recetas se cuidaban como un tesoro familiar, compartiéndose de padres a hijos y reflejando el amor y el respeto por el oficio. Pili cuenta que, incluso en un año donde los visitantes vienen de toda España, la gente de la comarca sigue eligiendo el sabor tradicional de sus productos: "Cada año viene gente a comprar de todas partes de España y, por supuesto, de todo nuestro entorno, y se llevan sobre todo Huesitos de Santo y Buñuelos, aunque también del resto de pasteles, que no por ser Todos los Santos dejamos de hacer lo demás".
En esta época del año, disfrutar de los dulces de Pastelería Ramiro es una experiencia que traspasa generaciones. Cada bocado se convierte en un homenaje a la rica historia y cultura de Arcos de Jalón y en un reflejo del cariño y la dedicación con los que Pili y su familia elaboran cada uno de sus productos. Sin duda, una visita a Pastelería Ramiro es una cita obligada para quienes desean sumergirse en los sabores de antaño y celebrar la tradición en su forma más deliciosa.
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