La Colegiata de Medinaceli ha vivido hoy una jornada de fervor y devoción con la celebración del tradicional besapié del Cristo de Medinaceli, un evento religioso que cada año congrega a cientos de fieles llegados de distintos puntos de todo el país. Desde primera hora de la mañana, un flujo constante de personas cruzó las puertas del templo para venerar la imagen del Cristo y participar en los actos litúrgicos organizados para la ocasión.
Las actividades comenzaron a las 9:00 de la mañana con la apertura de la Colegiata, donde los devotos pudieron acercarse a la imagen del Cristo en un ambiente de recogimiento. A las 11:30, los fieles rezaron el Santo Rosario, seguido de la misa de las 12:00, en la que el templo ya se encontraba abarrotado.
Por la tarde, el programa religioso continuó con el Vía Crucis a las 16:00, un acto en el que los asistentes acompañaron el rezo de las estaciones con un profundo sentimiento de devoción. Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la misa solemne de las 18:00 horas, presidida por monseñor Francisco Pérez, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, quien también fue obispo de la diócesis de Osma-Soria. Durante su homilía, monseñor Pérez recordó la importancia de la fe en tiempos de dificultad y animó a los fieles a seguir el ejemplo de Cristo en sus vidas.
Para cerrar el día, a las 19:30, se rezó el Te Deum en acción de gracias, un emotivo canto que puso el broche final a los actos litúrgicos. Sin embargo, la jornada no terminó ahí, ya que, como cada año, la Colegiata permaneció abierta hasta que el último devoto pudo venerar la imagen, una tradición que refuerza el espíritu de acogida de este evento religioso.
Más allá del acto de fe, la celebración del besapié del Cristo de Medinaceli ha vuelto a poner en valor la importancia del turismo religioso en la comarca del Alto Jalón. A lo largo del día, numerosos visitantes han recorrido las calles de la villa, aprovechando la ocasión para conocer su rico patrimonio histórico y cultural, desde el Arco Romano hasta el Palacio Ducal, pasando por la emblemática Plaza Mayor y, por supuesto, la propia Colegiata, que alberga el reloj lunar único en España.
Según el párroco, la respuesta de los fieles ha sido abrumadora: "El año pasado cerramos muy tarde, y este año volvemos a hacerlo. Hasta que no pasa el último devoto, la Colegiata permanece abierta".
Con una afluencia que se ha acercado a los 1.000 visitantes, la celebración del besapié del Cristo de Medinaceli se consolida como una de las citas más importantes del calendario religioso de la provincia de Soria. Tanto vecinos como visitantes han destacado la emoción y la solemnidad del evento, que cada año reúne a personas de todas las edades para compartir un día de oración, tradición y comunidad en el corazón del Alto Jalón.
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