LA LAGUNA DE JUDES AFLORA POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO

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Laguna judes


La Laguna de Judes ha comenzado a aflorar en los últimos días, tal y como muestran las fotografías enviadas por vecinos de esta localidad soriana que observan con ilusión cómo el agua vuelve a asomar en la mayor laguna kárstica de la provincia. Aunque este fenómeno también se produjo el pasado año, no es ni mucho menos habitual: en aquella ocasión, hacía tres años que no se veía agua en el lugar.


Ubicada en una depresión del terreno, la Laguna de Judes es un ejemplo excepcional del paisaje kárstico soriano. Su formación está estrechamente ligada a la geología del entorno: compuesta por materiales calcáreos del Jurásico inferior, esta laguna se forma gracias a la disolución de rocas calizas, típicas del karst, que permiten la infiltración y almacenamiento de agua en el subsuelo. Durante épocas de intensas lluvias o deshielos, como las que se han registrado esta temporada, se produce la recarga de acuíferos y el agua acumulada en el interior de la tierra comienza a emerger.


Este tipo de lagunas, únicas en su origen y comportamiento, no responden al cauce de un río o a una fuente superficial, sino a un complejo sistema de corrientes subterráneas. Aunque durante siglos se creyó que las lluvias caídas a kilómetros llenaban la laguna por vías ocultas, estudios más recientes apuntan a la Sierra del Solorio como el principal origen de sus aguas. El Pozo del Carpio, otro punto de interés hidrogeológico en la zona, suele manar antes que la laguna, y su comportamiento está directamente vinculado al nivel freático de la comarca.


A lo largo de la historia, la laguna no ha sido muy citada en las crónicas antiguas, aunque existen referencias desde 1752 que mencionan fincas agrícolas en sus inmediaciones. Su valor natural y patrimonial fue reconocido oficialmente en 2001, al ser incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de la provincia de Soria.


El fenómeno de su afloramiento no es solo un espectáculo natural, sino también una oportunidad para el desarrollo del turismo de naturaleza en el Alto Jalón. Vecinos y visitantes ya pueden acercarse hasta el lugar a pie o en vehículo, siguiendo un camino que atraviesa campos de cereal y revela entre sus curvas restos arqueológicos y paisajes de alto valor ecológico.



La Laguna de Judes es, en definitiva, un símbolo del patrimonio natural de la comarca. Su presencia nos conecta con un pasado geológico de millones de años y nos recuerda que, en estos tiempos de cambio climático y despoblación rural, el respeto y la preservación de nuestros paisajes más singulares es también una apuesta de futuro.

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