"NO SOMOS OKUPAS": EL ALCALDE DE ATECA DENUNCIA LAS TÁCTICAS "FUERA DE LUGAR" DEL IES ZAURÍN PARA CERRAR LA BIBLIOTECA MUNICIPAL

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La biblioteca Julio Cejador de Ateca cumple hoy once días cerrada. Sin luz, sin calefacción y, desde esta mañana, con el pueblo a sus puertas. A las 12:00 horas, los vecinos y vecinas están convocados frente al IES Zaurín, en una concentración ciudadana espontánea para reclamar que se devuelva al municipio un espacio cultural que ha funcionado durante casi dos décadas como servicio público.


El detonante: la decisión de la dirección del IES Zaurín de cortar los suministros eléctricos y de calefacción de la biblioteca municipal, ubicada dentro del centro educativo, en lo que el alcalde de Ateca, Ramón Cristóbal, ha calificado como "una actuación sin base legal ni justificación racional". Lo ha dicho esta misma mañana en una extensa entrevista concedida al programa Buenos Días Alto Jalón de Alto Jalón Radio, donde ha relatado con detalle la "rocambolesca" secuencia de acontecimientos que ha llevado a Ateca a quedarse sin biblioteca.


Escucha aquí la entrevista completa y sigue leyendo debajo del audio.



Un modelo de 18 años, roto de forma unilateral

La biblioteca compartida fue fruto de un convenio firmado en 2005 entre el Ayuntamiento de Ateca y el Gobierno de Aragón, que permitió ampliar el espacio original del centro y convertirlo en un servicio mixto: educativo por las mañanas, público por las tardes. "Fue un ejemplo de colaboración institucional, con apoyo también de Ibercaja", recordaba Cristóbal. Pero esa colaboración parece haber saltado por los aires tras el corte de suministros que impide hoy el uso del espacio.


“Nos han dejado sin calefacción, sin luz y sin limpieza, y ni siquiera nos avisaron”, ha denunciado el alcalde, que ha recordado que el Ayuntamiento asume desde hace años los costes del personal técnico de la biblioteca (13.000 euros anuales), que atiende también por las mañanas al alumnado del instituto. “Se nos acusa de no pagar 5.000 euros de suministros, pero nadie dice que nosotros estamos asumiendo más del doble en salario, beneficiando directamente al centro”, ha subrayado.


“No somos okupas”

Cristóbal ha sido tajante al señalar que la dirección del centro no tiene potestad para romper unilateralmente el convenio. “No somos okupas. Hemos estado durante 20 años en un espacio acordado entre Administraciones. Lo que ha hecho el director del centro es ilegal, no tiene competencia para ello. Debía haber acudido al Director Provincial de Educación si creía que había un incumplimiento, y no cortar la luz sin avisar”.


Durante la entrevista, ha defendido que el Ayuntamiento está “completamente abierto a negociar un nuevo convenio” y a actualizar las condiciones si es necesario, pero “por vías institucionales y con educación, no a golpe de interruptor”.


También ha lamentado la falta de respuesta oficial por parte de la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón. “No hemos recibido ni una sola notificación formal. Solo hemos visto que a la prensa se le ha dicho que el Ayuntamiento lleva diez años incumpliendo el convenio, lo cual es falso. Si Educación cree eso, que nos lo comunique por los cauces debidos y no por titulares”.


Indignación ciudadana y concentración al mediodía

La situación ha generado un profundo malestar en el municipio. El pasado jueves, el salón de plenos del Ayuntamiento se llenó de vecinos indignados con lo que consideran un atropello a la cultura local. Esta mañana, a las 12:00 horas, está prevista una concentración ciudadana frente al IES Zaurín para reclamar que se restablezca el servicio.


“La biblioteca no es solo un espacio de lectura, es un servicio esencial para reducir la brecha digital, para el estudio, para talleres infantiles, para el club de lectura… Muchos alumnos del propio instituto la utilizan porque no tienen ordenador en casa”, ha recordado Cristóbal.


¿Cambio de ubicación?

Preguntado por posibles alternativas, el alcalde ha explicado que actualmente no hay espacios disponibles con las condiciones de accesibilidad y centralidad necesarias para trasladar la biblioteca. “No se puede improvisar un traslado de un servicio así de un día para otro”, ha dicho, aunque ha reconocido que, si la situación no se revierte, el Ayuntamiento se verá obligado a buscar una solución “con tiempo y recursos que ahora mismo no tenemos”.


Final incierto

Ramón Cristóbal ha evitado valorar si detrás de la decisión del centro hay motivos personales, aunque ha reconocido que “se nos escapa la razón última de esta actuación”. Ha defendido que la solución solo puede venir desde el Gobierno de Aragón: “Es Educación quien firmó el convenio y quien debe liderar la negociación de uno nuevo. Si el problema es económico, el Ayuntamiento está dispuesto a hablar. Pero lo que no se puede hacer es dejar a un pueblo sin biblioteca por decisión de una sola persona”.


La entrevista ha concluido con una reflexión del locutor del programa que resume bien el sentir general: “Aquí alguien ha tomado una decisión que no debía tomar. Y mientras tanto, el pueblo ha perdido su biblioteca”.

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