La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona acogió este martes por la tarde la misa funeral en memoria del papa Francisco, fallecido recientemente, en un acto que reunió a un numeroso grupo de fieles de la diócesis. La celebración, prevista inicialmente para el lunes, tuvo que ser aplazada debido al gran apagón eléctrico que afectó a toda España.
La ceremonia fue presidida por el obispo de Tarazona, monseñor Vicente Rebollo, y concelebrada por el vicario general, varios sacerdotes de la diócesis y el diácono permanente. El Coro de la Catedral acompañó la liturgia con sus cantos, contribuyendo a dotar de solemnidad a una eucaristía marcada por la emoción y el agradecimiento.
Durante su homilía, el obispo Rebollo subrayó el simbolismo de la fecha del fallecimiento del pontífice, producida el lunes 21 de abril, al día siguiente del Domingo de Resurrección. Un hecho que interpretó como una expresión de fe en la vida eterna: “Ha terminado su tarea y se retira al Cielo, sellando su unión con Cristo y con la Iglesia”.
Monseñor Rebollo definió al papa Francisco como “valiente y libre”, destacando su capacidad para adoptar gestos significativos dentro y fuera de la Iglesia. En el plano eclesial, recordó que desde el inicio de su pontificado propuso una Iglesia “pobre y para los pobres”, poniendo el foco en la inclusión y la escucha de todas las voces. Fuera de ella, elogió su compromiso con los marginados y su defensa de los pobres, migrantes, excluidos y de la paz en el mundo.
El obispo también enfatizó la dimensión espiritual y pastoral del pontífice, especialmente su labor como difusor del amor misericordioso de Dios. Recordó la metáfora de la Iglesia como “hospital de campaña”, que acoge a los heridos que buscan consuelo y cercanía divina, y señaló su impulso a iniciativas como el Año Jubilar de la Misericordia y el actual Año de la Esperanza.
“La esperanza nos lleva a Dios y, como peregrinos de esperanza, a ella nos podemos agarrar siempre”, afirmó Don Vicente, quien concluyó su homilía subrayando que comienza “un nuevo tiempo para la Iglesia, de discernimiento y de confianza en el Espíritu”.
Tras la misa, los asistentes rezaron un responso por el eterno descanso del papa Francisco, cerrando así un acto en el que la comunidad diocesana de Tarazona rindió homenaje a quien ha sido, en palabras del obispo, un guía espiritual profundamente comprometido con el Evangelio y con los más vulnerables.
JALON
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