HACENDERAS CONTRA LA DESPOBLACIÓN: SARNAGO, LA IRREDUCTIBLE ALDEA CELTÍBERA

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El refugio de sarnago


El pequeño pueblo de Sarnago, deshabitado desde 1979, se resiste al olvido gracias al empuje vecinal y a la Asociación de Amigos de Sarnago, que hoy lidera un proyecto ilusionante: construir “El Refugio de Sarnago, más que un coliving”, un espacio rural para atraer teletrabajadores, estudiantes, artistas y visitantes con ganas de reencontrarse con lo esencial.


“Creamos la asociación en 1980 con un objetivo claro: que el pueblo no desapareciera”, explicaba José María Carrascosa, parte de la Junta Directiva de la asociación, en Alto Jalón Radio. “Y gracias al esfuerzo de todos, hoy hay viviendas rehabilitadas, servicios básicos como luz, agua o internet, actividades culturales y, sobre todo, vida”.


Aquel grupo de vecinos que entonces no querían perder sus raíces ha dado pasos de gigante. Hoy, Sarnago cuenta con un museo etnográfico, una fiesta recuperada (Las Móndidas), una revista cultural con casi 200 páginas escritas en diferentes ediciones y actividades durante todo el año. Pero el proyecto más ambicioso está aún en marcha: un refugio rural sostenible, cooperativo y abierto.


De pueblo abandonado a espacio de oportunidades

“La pandemia nos enseñó que Sarnago podía ser un lugar perfecto para teletrabajar”, cuenta José María. “Vimos que había gente interesada en venir, incluso desde Suecia. El problema era que no había casas disponibles. Por eso decidimos dar un paso más”.


La asociación adquirió tres pequeñas viviendas contiguas y puso en marcha el proyecto del Refugio: un edificio que albergará zona de coworking en la planta baja y varias habitaciones en la planta superior, para que cualquier persona pueda alojarse temporalmente en el pueblo.


La obra, construida con materiales de kilómetro cero y a través de 'hacenderas', es decir, con mucha implicación vecinal, avanza poco a poco. “Ya tenemos la estructura de madera levantada, toda la planta baja y estamos preparando el cerramiento con piedra del propio pueblo”, explica José María. “Hasta ahora, todo se ha hecho sin ayudas públicas, con más de 43.000 euros aportados directamente por socios, vecinos, donaciones y campañas de micromecenazgo”.


Una experiencia de comunidad

El proyecto del Refugio no busca solo atraer teletrabajadores. También quiere convertirse en un lugar de encuentro, cultura y convivencia, donde se organicen jornadas, proyecciones de cine, comidas populares y encuentros con colectivos de toda España. “Esto no va solo de trabajar con wifi, sino de crear pueblo”, insiste Carrascosa. “La única forma de que alguien se enamore de Sarnago es que venga y lo viva”. El Refugio será, por tanto, una respuesta concreta a una necesidad real: ofrecer alojamiento digno y funcional en un entorno rural único.



Un modelo para otros pueblos

Aunque Sarnago es una pedanía dependiente del Ayuntamiento de San Pedro Manrique, la Asociación de Amigos ha liderado casi todos los avances del pueblo sin apenas apoyo institucional. “Nos topamos con muchas dificultades para acceder a fondos públicos, porque la mayoría están pensados solo para entidades locales”, comenta Carrascosa. “Pero eso no nos frena. Hemos recurrido a la imaginación, al crowdfunding, a apadrinar vigas y vender camisetas. Lo que haga falta”.


El Refugio de Sarnago se está convirtiendo en un ejemplo nacional de cómo el empuje ciudadano puede plantar cara a la despoblación. “No solo queremos mantener el pueblo vivo, queremos que tenga futuro”, concluye José María. “Y ese futuro pasa por construir comunidad”. Si quieres saber m´ñas, participar o colaborar con la Asociación de Amigos de Sarnago y su proyecto, El Refugio de Sarnago, puedes hacerlo pinchando AQUÍ


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