PERAS DE SUDÁFRICA Y NARANJAS DE EGIPTO: LA FRUTA QUE EL GOBIERNO DE ARAGÓN REPARTE CON FONDOS EUROPEOS EN LOS COMEDORES ESCOLARES

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La distribución en comedores escolares aragoneses de fruta procedente de países terceros ha generado una fuerte polémica entre el sector agrario, organizaciones sociales y partidos políticos. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG) ha denunciado públicamente que se estén repartiendo peras de Sudáfrica y naranjas de Egipto en los almuerzos escolares financiados con fondos europeos, criticando al Gobierno autonómico por permitir que las empresas adjudicatarias del servicio prioricen estas importaciones frente a la producción local.


Según UAGA, la presencia de fruta africana en los menús escolares supone una competencia desleal para los fruticultores aragoneses, que deben cumplir con exigentes normativas europeas en cuanto a producción, uso de fitosanitarios y condiciones laborales. Desde la organización agraria se subraya que los países de origen de estas frutas no respetan los estándares medioambientales, sanitarios y sociales exigidos a los productores comunitarios, lo que abarata los costes y dificulta la competitividad de las explotaciones locales. Además, señalan que el salario mínimo interprofesional en Egipto es de 176 euros al mes y en Sudáfrica de unos 269 euros, muy por debajo del vigente en España.


La Consejería de Agricultura ha respondido que el programa de distribución de frutas y leche en las escuelas aragonesas, que alcanza a casi 100.000 escolares en 490 centros, está financiado en su mayor parte con fondos FEAGA de la Unión Europea, cuyos pliegos impiden establecer criterios de proximidad, al considerarse discriminatorios dentro del marco de la libre competencia comunitaria. Desde el departamento aclaran que el primer lote, financiado con fondos europeos por valor de 300.000 euros, se gestiona siguiendo estrictamente la normativa comunitaria, mientras que este año se ha incorporado un segundo lote con 200.000 euros de fondos propios del Gobierno de Aragón, en el que sí se ha introducido la obligación de que la fruta sea cultivada en Aragón, priorizando cerezas, albaricoques y nectarinas.


A pesar de este esfuerzo, la comunidad educativa y plataformas como Come Pública han mostrado su malestar por la situación. Denuncian que, si bien el programa busca fomentar hábitos alimentarios saludables, el uso de productos importados desvirtúa el mensaje y supone una contradicción con los valores medioambientales y de sostenibilidad que se pretenden inculcar. El portavoz de la plataforma, Gerardo Delgado, ha criticado que la falta de apuesta por la fruta local hace "un flaco favor a los agricultores aragoneses" y a la educación en consumo responsable.


La controversia ha llegado también al ámbito político. Izquierda Unida ha anunciado que preguntará al Ejecutivo autonómico por la calidad de los alimentos y el cumplimiento de los pliegos de prescripciones técnicas del programa, al considerar que la fruta repartida no cumplía las condiciones mínimas de maduración exigidas. El coordinador y portavoz parlamentario de IU Aragón, Álvaro Sanz, ha recordado que las Cortes de Aragón aprobaron por unanimidad una proposición no de ley de IU para avanzar hacia unos comedores públicos que garanticen una alimentación saludable, de temporada y de cercanía, y ha exigido al Gobierno autonómico que refuerce el control y adapte el modelo a estos objetivos.


UAGA ha reiterado que seguirá exigiendo la aplicación de 'cláusulas espejo' a las importaciones de terceros países y la recuperación del principio de preferencia comunitaria para proteger la rentabilidad del campo aragonés.

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